Esta vez, el foco está en el poder judicial. La reciente reforma judicial en México ha generado preocupaciones en la comunidad empresarial estadounidense, quienes temen por la independencia de los tribunales y la seguridad de sus inversiones. ¿Qué le dirá México a Washington para calmar las aguas?
La respuesta llegó directamente de la boca de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo durante su conferencia matutina del 16 de octubre. "No hay nada que temer", dijo Sheinbaum, "la reforma busca un sistema judicial más justo y eficiente, no un ataque a la inversión extranjera."
Su mensaje se centra en dos pilares:
* Renovación: La presidenta explicó que la reforma judicial busca renovar el poder judicial mexicano, argumentando que las reformas anteriores han fracasado y que la corrupción dentro del sistema judicial es un problema real que necesita ser atacado.
* Tradiciones compartidas: Sheinbaum destacó que la reforma se basa en dos pilares del sistema judicial estadounidense:
* Elección de jueces: Similar al sistema estadounidense, la reforma propone la elección de jueces por parte de la ciudadanía.
* Tribunales de disciplina: La reforma busca implementar tribunales de disciplina para investigar y sancionar a jueces que incurran en actos de corrupción o ineficiencia, un sistema también presente en Estados Unidos.
"La reforma busca fortalecer el estado de derecho y mejorar el clima de negocios en México," aseguró Sheinbaum, "no busca afectar la inversión privada."
El mensaje a los inversionistas estadounidenses es claro: México no busca una confrontación, sino un sistema judicial más sólido y confiable. ¿Podrá la presidenta Sheinbaum convencer a los empresarios estadounidenses? El tiempo dirá si esta reforma traerá el cambio que México busca, o si generará nuevas tensiones con su vecino del norte.