La iniciativa, que ha generado un debate intenso en la sociedad, busca despenalizar la interrupción del embarazo en cualquier etapa, eliminando el límite actual de 12 semanas.
Entre los argumentos a favor de la despenalización, destaca la necesidad de proteger la salud y la autonomía de las mujeres. Se argumenta que la criminalización del aborto ha llevado a la clandestinidad y a prácticas inseguras, poniendo en riesgo la vida de muchas mujeres.
Por otro lado, la propuesta ha encontrado resistencia por parte de grupos pro-vida, quienes defienden el derecho a la vida desde la concepción. Argumentan que la despenalización equivaldría a permitir el homicidio de un ser humano en desarrollo.
La aprobación del dictamen abre un nuevo capítulo en la lucha por los derechos reproductivos en la Ciudad de México. El siguiente paso será su discusión y votación en el pleno del Congreso, lo que podría dar lugar a una nueva ley que permita a las mujeres ejercer libremente su derecho a decidir sobre su cuerpo.
Es importante recordar que la despenalización del aborto no obliga a ninguna mujer a interrumpir su embarazo, sino que busca garantizar su derecho a tomar una decisión libre e informada sobre su propia vida.