El escenario: un puente peatonal ubicado en las inmediaciones del Hospital Siglo XXI. La trama: un hombre al borde del abismo, en una lucha interna que lo llevó a desafiar las leyes de la gravedad. A pesar de la presencia de elementos de emergencias que intentaban disuadirlo, el individuo se abalanzó hacia el vacío, desafiando los intentos por detenerlo.
La caída, sin embargo, tuvo un final inesperado. El hombre, con un acto de decisión que dejó atónitos a los presentes, no encontró la muerte. Su destino, en un giro irónico del azar, se encontró con el toldo de un camión de Pemex que transitaba por la zona, amortiguando el impacto y salvando su vida. Los servicios de emergencia, ante la inusual situación, lo inmovilizaron y lo trasladaron de inmediato al hospital más cercano para atender las lesiones provocadas por la caída.
Un incidente similar, aunque con un desenlace trágico, conmocionó a la capital mexicana el pasado mes de marzo. En aquella ocasión, un hombre, identificado como Martín Rivera, se lanzó de un puente tras presuntamente ser negado el servicio en un hospital del IMSS. Su madre, desconsolada, denunció la situación, asegurando que su hijo se había presentado en el Hospital General de la alcaldía Álvaro Obregón por un fuerte dolor en los testículos, pero no recibió atención médica. La indignación y la impotencia se apoderaron de la ciudadanía ante la tragedia, lo que desató un debate sobre la calidad del sistema de salud en México.