Al considerar la adquisición de una vivienda a través del crédito hipotecario del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), es fundamental estar al tanto de los requisitos específicos que deben cumplir las propiedades. Este proceso, aunque puede parecer sencillo, está lleno de detalles que pueden marcar la diferencia entre una compra exitosa y un trámite frustrante.
Según las Reglas para el Otorgamiento de Crédito del Infonavit, las casas elegibles se clasifican en cuatro categorías, dependiendo de su ubicación y características. La localización de las viviendas se divide en cinco zonas, cada una con sus propios criterios:
- Zonas de Consolidación Urbana: Deben estar a menos de dos kilómetros de escuelas, centros de abasto y espacios recreativos, y contar con servicios básicos como agua y luz.
- Zona Semiurbana Plena: Para áreas con una población de entre 10,000 y 14,999 habitantes, se requiere proximidad a centros educativos y de salud.
- Zona Semiurbana Intermedia: En localidades de 5,000 a 9,999 habitantes, las distancias a servicios esenciales son un poco mayores.
- Zona Semiurbana Básica: Para poblaciones de 2,500 a 4,999 habitantes, se establecen distancias específicas a centros de salud y educativos.
- Zona Rural: En áreas con menos de 3,000 habitantes, las distancias son más amplias, lo que puede complicar el acceso a servicios.
Es importante destacar que, independientemente de la zona, la vivienda debe contar con servicios básicos como agua, luz y drenaje, además de estar situada en un área con infraestructura de transporte adecuada. Esto asegura que los futuros propietarios no solo tengan un lugar donde vivir, sino también acceso a lo que necesitan para su día a día.
Por lo tanto, antes de iniciar el proceso de compra, es recomendable verificar que la propiedad cumpla con todos estos requisitos. De esta manera, se evitarán contratiempos y se facilitará el acceso a un crédito que puede ser clave para alcanzar el sueño de tener un hogar propio.