En un contexto donde la salud pública enfrenta serias carencias, la reciente revelación de un escándalo en el ámbito médico ha puesto en evidencia la vulnerabilidad de los pacientes en México. La historia de una abogada que se hizo pasar por psiquiatra ha captado la atención de las autoridades y de la sociedad, revelando un problema más amplio que afecta a miles de personas que buscan atención médica.
Marilyn Cote, quien se presentó como doctora en neurociencias, construyó una vida ficticia que la llevó a operar un consultorio en Puebla, donde recetó medicamentos psiquiátricos sin contar con la formación adecuada. Su caso no es aislado; una investigación ha documentado la clausura de 103 hospitales y clínicas irregulares en el país en los últimos tres años, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación.
Durante los operativos realizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), se encontraron múltiples deficiencias en estos establecimientos, tales como:
- Falta de licencias sanitarias para quirófanos.
- Uso de insumos caducos o reutilizados.
- Personal sin la documentación necesaria para realizar procedimientos médicos.
La mayoría de las clausuras se concentraron en el centro del país, siendo la Ciudad de México y el Estado de México las áreas más afectadas. En particular, la alcaldía de Iztapalapa y los municipios de Ecatepec y Nezahualcóyotl registraron el mayor número de casos.
El 7 de noviembre, la Cofepris suspendió el consultorio de Cote, donde se constató que no contaba con los permisos necesarios para operar. Este caso resalta la falta de regulación y supervisión en el sector salud, lo que ha permitido que charlatanes se aprovechen de la desesperación de quienes buscan atención médica.
La situación se agrava en un país donde, según el INEGI, más de 50 millones de mexicanos reportaron carencias en servicios de salud en 2022. La proliferación de consultorios y clínicas privadas sin la debida regulación ha llevado a que muchos pacientes caigan en manos de impostores, lo que pone en riesgo su bienestar.
Desde febrero de 2022, la Cofepris ha clausurado un total de 103 consultorios clandestinos, con un cierre absoluto en 61 de estos casos. La mayoría de las clausuras se han dado en hospitales, seguidos de consultorios y bancos de sangre. La Ciudad de México se destaca como la región con mayor número de clínicas irregulares, lo que subraya la necesidad urgente de una mayor vigilancia y regulación en el sector salud.