La senadora de Morena, Alma Anahí González Hernández, destacó la gravedad de la situación al señalar que “cada año en México aproximadamente 60 mil animales mueren por consecuencia del maltrato, además 7 de cada 10 mascotas sufren de algún tipo de abuso”. Estas cifras no solo son alarmantes, sino que también subrayan la necesidad de una acción inmediata.
A pesar de que el 69.8% de los hogares en el país alberga al menos una mascota y que 31 entidades ya han tipificado el maltrato animal como delito, la realidad es que menos del 0.01% de los casos recibe sanción, dejando a muchos animales en un estado de impunidad. La reforma propuesta al artículo 4to de la Constitución establece que “queda prohibido el maltrato a los animales. El Estado Mexicano debe garantizar la protección, el trato adecuado, la conservación y el cuidado de los animales”.
Por su parte, la senadora del PRI, Carolina Viggiano Austria, enfatizó la importancia de una legislación robusta, así como de la educación y el activismo para abordar esta problemática. “Se necesita activismo, se necesita que la investigación se haga con ética”, afirmó, añadiendo que organizaciones como PETA han documentado que casi 300 marcas globales de productos de belleza y limpieza utilizan animales en sus pruebas.
El artículo 2do transitorio de la reforma establece que el cuidado de los animales debe considerar su naturaleza y características, prohibiendo el maltrato en la crianza, aprovechamiento y sacrificio de animales de consumo humano, así como en la utilización de ejemplares de vida silvestre en espectáculos con fines de lucro. Además, se estipula que en un plazo de 180 días, el Congreso deberá emitir la ley general en esta materia.
El senador del PAN, Ricardo Anaya Cortés, subrayó que la legislación secundaria incluirá parámetros concretos para la protección y el cuidado de las especies animales, resaltando que “no tenemos ningún derecho de maltratar y al contrario sí tenemos una obligación de velar por su protección y por su cuidado”.
El dictamen fue aprobado por unanimidad con 35 votos a favor, y ahora se encuentra en manos de la mesa directiva para su trámite parlamentario, marcando un hito en la lucha por los derechos de los animales en México.