La historia involucra a un señor de 69 años que, durante su viaje en la línea rosa, protagonizó un episodio que involucró a una puerta de un vagón y su mano. El incidente comenzó en la estación Pino Suárez, con dirección a Pantitlán, pero el desenlace tuvo lugar en la estación Merced.
Según los reportes, el adulto mayor sufrió una lesión en el dedo índice derecho al quedar su mano atrapada. La gravedad de la situación aumentó al continuar el tren su trayecto hasta la siguiente estación, con el pasajero viajando con la mano atrapada. En Merced, la situación requirió la intervención inmediata de personal del Metro, incluyendo elementos de Protección Civil y de la policía.
Una vez en la estación Merced, el hombre recibió atención médica. Después de una "valoración médica correspondiente," según el comunicado oficial del Metro, continuó su viaje. Sin embargo, la versión oficial difiere ligeramente de la narrativa inicial, insinuando que el incidente fue resultado de un intento por forzar la apertura de las puertas.
El Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro emitió un comunicado breve, pidiendo a los usuarios que "no obstruyan el libre cierre de puertas." La institución resaltó la asistencia brindada al pasajero, pero también enfatizó la presunta acción del usuario que originó el accidente.
Más allá del incidente principal, es importante destacar que este evento generó una ola de comentarios en redes sociales, algunos cuestionando los protocolos de seguridad del Metro y otros haciendo hincapié en la necesidad de mayor atención a la seguridad de los pasajeros, especialmente adultos mayores. Se espera que este evento impulse una revisión de los procedimientos de seguridad en las estaciones para prevenir situaciones similares en el futuro.