Sin embargo, un detalle pasó casi desapercibido entre los acuerdos y las declaraciones oficiales: la presencia de Francisco Cervantes, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), quien aprovechó la ocasión para revelar un viaje trascendental.
Cervantes anunció que él, junto con el reconocido magnate mexicano Carlos Slim, asistirán a la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, el próximo lunes en Washington. “Vamos para allá y además con los altos funcionarios de Estados Unidos para empezar a tener pláticas. Sí, va el ingeniero Carlos Slim también,” afirmó Cervantes a la prensa.
La noticia adquiere mayor relevancia considerando el perfil de ambos empresarios. Slim, dueño de imperios como América Móvil, Grupo Carso y Grupo Financiero Inbursa, es una figura clave en la economía mexicana con participaciones en sectores estratégicos como energía e infraestructura. Su presencia en la investidura sugiere una apuesta por la construcción de puentes con la nueva administración estadounidense, a pesar de las tensiones comerciales preexistentes.
Este viaje contrasta con la decisión de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien ha confirmado su ausencia en la ceremonia, delegando la representación oficial a Esteban Moctezuma, embajador mexicano en Washington. Este escenario pone de manifiesto las distintas estrategias diplomáticas y empresariales ante los desafíos que plantea la nueva presidencia de Trump.
Cabe recordar que, durante su campaña, Trump amenazó con imponer aranceles del 25% a México y Canadá, si no se tomaban medidas para frenar el flujo migratorio y el tráfico de fentanilo. Estas amenazas, junto con la creación anunciada por Trump de un nuevo órgano para recaudar impuestos de fuentes extranjeras, han generado preocupación en la región.
El contexto de este viaje se complica aún más por las crecientes tensiones entre Canadá, México y Estados Unidos, reflejadas en las declaraciones de figuras políticas canadienses que plantean incluso la posibilidad de retirar a México del T-MEC. La revisión de este tratado en 2026 añade otra capa de complejidad a las relaciones comerciales entre los tres países de Norteamérica.
La participación de Slim y Cervantes en la investidura de Trump se presenta así como un movimiento estratégico en medio de un panorama geopolítico y económico incierto, con implicaciones significativas para México y la región.