El silencio de la madrugada se vio interrumpido por una explosión que sacudió la zona. El epicentro del suceso fue un domicilio en el barrio San Pablo Parte Alta. Se confirmó que se trataba de un taller clandestino de pirotecnia, un negocio de alto riesgo que, lamentablemente, terminó en tragedia. La explosión dejó un saldo desolador: un hombre de 29 años perdió la vida y una mujer sufrió quemaduras en el 90% de su cuerpo.
Pero el drama no termina ahí. Tres menores de edad también resultaron gravemente heridos. La gravedad de sus lesiones requirió una inmediata y compleja operación de traslado. Con la ayuda de ambulancias SUAT, fueron trasladados del Hospital General de 90 Camas de Chimalhuacán al Hospital Pediátrico de Tacubaya en la Ciudad de México, un centro especializado en el tratamiento de quemaduras infantiles. “Uno de los menores presenta quemaduras en al menos el 30% de su cuerpo,” confirmó una fuente cercana a los cuerpos de rescate. El estado de salud de los otros dos menores se mantiene como pronóstico reservado.
Las autoridades, incluyendo elementos de Protección Civil y Bomberos, Seguridad Ciudadana y Tránsito Municipal, Salud, ODAPAS, Ejército Mexicano, Instituto Mexiquense de la Pirotecnia, Guardia Nacional, y Protección Civil Estatal y municipal, actuaron rápidamente para controlar la situación y brindar apoyo a las víctimas. Las investigaciones preliminares apuntan a una posible fuga de gas en un tanque estacionario como detonante de la explosión, lo que habría provocado la ignición de los materiales pirotécnicos almacenados de manera irregular.
Los trabajos de remoción de escombros continúan, con el objetivo de eliminar cualquier riesgo adicional. La zona permanece acordonada mientras se investigan las causas de la explosión y se busca determinar las responsabilidades. El apoyo a las familias afectadas está siendo canalizado a través de los servicios sociales del municipio.
Más allá del impacto inmediato, este evento nos recuerda la importancia de la regulación y la seguridad en la manipulación de materiales peligrosos. La magnitud de la tragedia deja una huella profunda en la comunidad, una señal de alerta sobre la necesidad de prevención y control en actividades de alto riesgo.