En el centro de la controversia se encuentra Altagracia Gómez, una empresaria que colabora en la implementación del Plan México, impulsado por la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo. La presentación del plan, que involucra la considerable suma de 277 mil millones de dólares, ha desatado un torbellino de reacciones, algunas de ellas bastante agresivas.
Durante una conferencia de prensa, la Presidenta Sheinbaum respondió a las críticas calificándolas de "cobardes, misóginas y basadas en una red de odio alimentada por bots y trolls". Afirmó que Gómez no tiene conflicto de interés y que las críticas son una muestra de la desesperación opositora.
Sin embargo, la situación es más compleja de lo que la respuesta presidencial sugiere. Si bien la violencia de los ataques es inaceptable, la falta de información detallada sobre el Plan México alimenta la desconfianza. Se cuestiona la falta de transparencia en aspectos cruciales:
- Identidad de los inversionistas: La opacidad sobre quiénes financian este mega proyecto genera incertidumbre.
- Distribución de los fondos: La falta de claridad sobre cómo se distribuirán los 277 mil millones de dólares suscita sospechas.
- Inversión regional: El silencio sobre la participación de inversores en estados como Sonora y Baja California intensifica las dudas.
La ausencia de datos específicos sobre la ejecución del Plan, a pesar de las promesas de divulgación gradual, abre un espacio para un debate más amplio sobre la transparencia y rendición de cuentas en proyectos de esta magnitud. La opinión pública exige una mayor claridad.