Se trató de un incidente que involucró a un camión de la empresa Castores, cuyo cargamento resultó ser la clave del operativo. El vehículo, mientras transitaba por la transitada vía, sufrió una fuga. Pero no fue cualquier fuga: se derramó una cantidad no especificada de químicos, provocando la inmediata activación de los protocolos de emergencia.
La rápida respuesta fue fundamental. Se desplegó un contingente de unidades de emergencia, con la participación de los Bomberos Veteranos de El Castillo, Bomberos de Villa Unión y Bomberos Mazatlán. Cada equipo, altamente capacitado, colaboró en la contención del derrame y la prevención de mayores riesgos para el medio ambiente y la población. El trabajo conjunto se basó en un protocolo específico para este tipo de emergencias, “priorizando la seguridad y la neutralización de los químicos derramados”, señaló un portavoz de los bomberos.
Las autoridades aún no han detallado la naturaleza exacta de los químicos ni la causa de la fuga. Se espera un informe completo en las próximas horas con información oficial sobre la magnitud del derrame y el impacto ambiental. Las investigaciones continúan para determinar las responsabilidades del incidente y evitar sucesos similares en el futuro. Se priorizó la limpieza del área afectada para garantizar la seguridad del tránsito vehicular y la integridad del entorno.
Mientras tanto, las autoridades recomiendan a los automovilistas transitar con precaución por la zona y mantenerse al tanto de los comunicados oficiales sobre el cierre o reapertura de la vía. La colaboración entre diferentes entidades gubernamentales y de emergencia fue clave para gestionar de manera eficiente esta contingencia.