Monterrey: Megaobra vial amenaza colonia Independencia

El foco está puesto en la colonia Independencia, un barrio emblemático con más de 500 inmuebles, principalmente viviendas. Aquí es donde se planea la construcción de una interconexión vial con San Pedro Garza García, un proyecto que ha generado una fuerte oposición entre los residentes.
La obra, según el proyecto, incluirá la ampliación de las calles San Luis y Nuevo León, creando avenidas de cuatro carriles por sentido, incluyendo carriles para transporte público y peatonales. Del lado de San Pedro, iniciará a la altura del Parque Rufino Tamayo, extendiéndose hacia el norte con un paso elevado que atravesará la Loma Larga.
“No consideran que los vecinos no están en condiciones de vender, no están en condiciones de cambiar su vida que es una vida a escala urbana. Tenemos mercados, tenemos oficios, tenemos una actividad económica muy fuerte y arraigada,” explica Érica Charles, vocera de los vecinos afectados, quien añade que el proyecto impactaría también a las colonias Tanques de Guadalupe, América Dos y Alfonso Reyes.
La preocupación no se limita al desplazamiento físico. La construcción afectaría la Basílica de Guadalupe y el tejido social de la zona, con un impacto significativo en su dinamismo cultural y económico. Además, la construcción se superpone con otro proyecto, el Memorial de la Misericordia, en el Barrio de la Santa Cruz, proyecto que para los vecinos, "tiene que ver con la Interconexión Vial," según Charles.
Desde la perspectiva del Ayuntamiento de Monterrey, representado por César Garza, la obra generará valor a las propiedades. “No es una obra que traiga perjuicios… sino que se va a dar en el contexto de respetar la identidad y las propiedades de las personas,” afirma Garza.
El Gobierno del Estado justifica el proyecto, considerándolo de "mayor trascendencia en el Área Metropolitana de Monterrey" debido al crecimiento vehicular, destacando los problemas de tráfico en San Pedro, con hasta 400,000 vehículos diarios transitando por la zona.
La controversia se centra en la preservación del patrimonio histórico y cultural frente al desarrollo urbano. La Loma Larga, uno de los pocos espacios verdes de la ciudad, se encuentra en el centro del conflicto, generando una creciente preocupación ambiental entre los residentes.
La historia de este proyecto se remonta a décadas atrás, con intentos fallidos debido a la oposición vecinal. Ahora, con un nuevo diseño, el conflicto resurge con la resistencia de una comunidad que defiende su hogar y su historia.