Aranceles de Estados Unidos: impacto en la economía México-Arizona

Diego Valenzuela, propietario de TireUp en Tucson, Arizona, un negocio dedicado al cuidado y reparación de neumáticos, se encuentra en una situación que refleja esta realidad. La reciente imposición de aranceles del 25% a los automóviles extranjeros por parte del gobierno estadounidense, con efecto a partir del 2 de abril, lo está obligando a replantear sus estrategias de precios.
La mayoría de las piezas que utiliza Diego, desde neumáticos hasta componentes para la reparación de vehículos, provienen de países como Tailandia, China y México. “Las políticas comerciales suenan bien, pero desafortunadamente impactan directamente al consumidor,” explica Valenzuela. El aumento de precios, advierte, no será inmediato, sino gradual, y su impacto total se sentirá probablemente dentro de un año.
Este incremento no es el primero que enfrenta. Los aranceles previos sobre acero y aluminio ya le obligaron a subir sus precios un 5%. Ahora, con la nueva medida, se ve en la necesidad de buscar un equilibrio entre absorber parte del costo y trasladarlo al cliente. “Mantener los precios bajos y trasladar el incremento al consumidor, para que no pegue directamente en la cartera,” es su meta, aunque reconoce la dificultad de hacerlo.
Mientras tanto, en el sector automotriz, Jim Click, un reconocido concesionario del sur de Arizona, declara una mayor incertidumbre. Si bien afirma que los vehículos ya en su inventario no sufrirán aumentos de precio, la situación es diferente para los vehículos que aún no han llegado al país. La expectativa es que los fabricantes ajusten los precios al momento de la importación.
Valenzuela señala que, si bien los aranceles podrían beneficiar a los fabricantes nacionales estadounidenses, el consumidor final, tanto en Estados Unidos como en México, siempre termina pagando el precio. “La demanda aumentará, la oferta será limitada, y eso incrementará los precios, incluso de los productos nacionales,” concluye.
El 3 de abril, Estados Unidos comenzará a recaudar estos derechos de importación, con la expectativa de generar entre 100 mil millones y 1 billón de dólares en ingresos durante los próximos dos años. La repercusión de estas medidas en la economía regional y su impacto a largo plazo aún están por verse.