Este encuentro cerró un año complicado para Brasil, que ha enfrentado serias dificultades en su camino hacia el Mundial de 2026.
Con un total de 12 partidos disputados, la selección se encuentra en la quinta posición de la tabla, acumulando 18 puntos, lo que representa un contraste drástico con su desempeño en las eliminatorias previas, donde alcanzaron un récord de 45 puntos. La situación es aún más alarmante considerando que, si las reglas de clasificación no hubieran cambiado, Brasil estaría en riesgo de enfrentar un repechaje intercontinental.
El director técnico, Dorival Júnior, quien asumió el cargo a principios de año, defendió su gestión, sugiriendo que un poco más de fortuna podría haber cambiado el rumbo de su equipo. “Podríamos tener mejor suerte, un gol, que nos hubiera permitido finalizar el año en la segunda posición”, comentó tras el partido. Sin embargo, la realidad es que el equipo ha tenido que lidiar con momentos críticos, como el reciente empate contra Venezuela, donde el destacado Vinicius Júnior falló un penal decisivo.
A pesar de las adversidades, Brasil mantiene una ventaja de cinco puntos sobre Bolivia, que ocupa el séptimo lugar, lo que les da cierta tranquilidad en la lucha por un lugar en el próximo Mundial. “El trabajo está en marcha. Aunque la gente no quiera verlo, el trabajo está en marcha”, afirmó Dorival, mostrando confianza en que los resultados mejorarán en el futuro.
Las eliminatorias se reanudarán en marzo, y la competencia se intensifica, con Argentina liderando la tabla con 22 puntos, seguida de Uruguay y Ecuador. La lucha por la séptima plaza se vuelve crucial, especialmente para selecciones como Venezuela, que busca su primera participación en un Mundial. El equipo de Fernando Batista ha enfrentado una racha de ocho partidos sin victorias, lo que ha generado frustración y la necesidad de una profunda autocrítica para mejorar en el futuro.