Revolución tecnológica en el beisbol mexicano: el ABS llega a las Grandes Ligas
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La tecnología está a punto de revolucionar el deporte rey en México, aunque de forma gradual.
El comisionado de las Grandes Ligas, Rob Manfred, es un firme defensor del Sistema Automatizado de Bolas y Strikes (ABS). Este sistema, tras cuatro años de pruebas en ligas menores, se someterá a una prueba de fuego durante los juegos de exhibición de la primavera. A partir de 2026, podría ser implementado en las Grandes Ligas, no para reemplazar a los árbitros, sino para asistirlos.
Pero, ¿cómo funciona este sistema? La clave está en las cámaras de alta tecnología, como el sistema Hawk-Eye, instaladas en los estadios. Estas cámaras rastrean cada lanzamiento con precisión milimétrica, determinando si pasó por la zona de strike. Inicialmente, los árbitros recibían la señal de “bola” o “strike” a través de auriculares y la comunicaban a los jugadores y fanáticos con las señales tradicionales. Sin embargo, para el 2024, MLB enfocó las pruebas en un sistema de desafíos.
Este año, el sistema de desafíos agrega una capa de complejidad. Los árbitros siguen haciendo los llamados, pero cada equipo tiene dos desafíos por juego, sin extensiones para entradas extras. El proceso es similar a las revisiones de video de las Grandes Ligas, pero con una restricción: solo un bateador, lanzador o receptor puede desafiar una decisión tocando su casco o gorra; sin ayuda desde el dugout, y la decisión debe tomarse en dos segundos. La gráfica del lanzamiento y la zona de strike se muestra en el marcador y la transmisión, y el árbitro actualiza el conteo (un proceso que MLB estima tarda 17 segundos en promedio).
Las pruebas se llevan a cabo en 13 estadios de entrenamiento de primavera, hogar de 19 equipos de Grandes Ligas. En Florida, equipos como los Detroit Tigers, Minnesota Twins, New York Mets, New York Yankees, Philadelphia Phillies, Pittsburgh Pirates, Toronto Blue Jays y los estadios compartidos por Miami Marlins/St. Louis Cardinals participan. En Arizona, la prueba incluye a los estadios compartidos por: Arizona Diamondbacks/Colorado Rockies, Chicago White Sox/Los Angeles Dodgers, Cleveland Guardians/Cincinnati Reds, Kansas City Royals/Texas Rangers y Seattle Mariners/San Diego Padres. Se estima que aproximadamente el 60% de los juegos de entrenamiento de primavera están programados para la prueba, aunque la cantidad de juegos con ABS varía considerablemente entre equipos.
Una de las curiosidades es la forma de la zona de strike digital. A diferencia de la percepción ovalada de los árbitros, el ABS la define como un rectángulo, como lo estipula el reglamento. Este cambio, junto con ajustes en el ancho y la altura de la zona (inicialmente 19 pulgadas, luego reducida a 17 pulgadas, y variaciones en la altura de la zona de strike en relación a la altura del bateador), ha impactado en las tasas de ponches y bases por bolas. Ajustes en la altura de la zona superior, inicialmente en el 51% de la altura del bateador, se elevó a 53.5% tras quejas de lanzadores, mientras la inferior se mantuvo en el 27%.
La MLB ha probado el sistema en diferentes ligas y ha recopilado datos. En 2023, en la liga Triple-A, la tasa de éxito de los desafíos fue del 51%, ligeramente menor al 53.7% en las Grandes Ligas. Interesantemente, la probabilidad de desafío aumentaba según avanzaba el juego. Los jugadores podrán dar retroalimentación a la MLB usando una aplicación llamada ProTABS. La transmisión televisiva también está en fase experimental, buscando la forma más neutral de mostrar la zona de strike sin influir en la decisión de los jugadores o la reacción de los aficionados.Los ajustes en el sistema son continuos, mostrando la adaptación de la tecnología al deporte. El futuro del arbitraje en el beisbol se perfila innovador y tecnológico, un cambio que se gesta gradualmente y que se espera, transforme la experiencia del juego.