Fiebre Ohtani: Tokio se rinde al béisbol y a su estrella

No se trata de un concierto de rock, ni de un evento tecnológico; la emoción se centra en algo mucho más arraigado en la cultura nipona: el béisbol.
El epicentro de esta fiebre colectiva es una tienda de souvenirs, bautizada por la MLB como su "tienda de eventos especiales más grande de la historia". Ocupa un gigantesco salón de exposiciones en el complejo del Domo de Tokio, y su razón de ser es, sin lugar a dudas, Shohei Ohtani.
Su nombre, junto con el de otros dos jugadores japoneses, Yoshinobu Yamamoto y Roki Sasaki, y por supuesto, el de los Dodgers de Los Ángeles, dominan el espacio. Miles de aficionados hacen fila, a veces durante horas bajo el sol o la lluvia, para acceder a este verdadero "Museo de Merchandising", donde la mercancía, la mayoría con el número 17 de Ohtani, se agota rápidamente.
“Los japoneses comprarán cualquier cosa que esté en edición limitada y sea difícil de conseguir, y la revenderán”, comenta Lillian Izawa, una japonesa-americana que espera pacientemente su turno. Su testimonio refleja la vorágine que rodea a Ohtani, un fenómeno que trasciende lo deportivo y se convierte en un evento cultural.
La llegada de Ohtani con su contrato de 700 millones de dólares, firmado el año pasado, ha generado un impacto económico significativo. Tanto los Dodgers como la MLB se benefician de esta inesperada fiebre, especialmente considerando que el valor del yen ha caído frente al dólar en los últimos años, haciendo que los precios en dólares resulten atractivos para los turistas.
Para los aficionados, los precios son, sin embargo, un tema a considerar. Una camiseta de los Dodgers puede costar alrededor de 500 dólares, mientras que otras opciones más accesibles, como gorras o playeras, se ubican entre los 30 y 50 dólares. A pesar de ello, la demanda es inmensa. “Creo que los precios son razonables,” afirma Kohei Matsui, un estudiante que se muestra maravillado por la magnitud del evento.
Más allá del aspecto comercial, la serie entre los Dodgers y los Cachorros en Tokio subraya la creciente internacionalización del béisbol. “Esta es una serie importante,” afirma Craig Counsell, manager de los Cachorros, “Destaca que el béisbol está en un escenario mundial, una plataforma mundial.” La experiencia de aficionados de diferentes partes del mundo, desde San Diego hasta Canadá y Hong Kong, corrobora esta afirmación.
La respuesta de Yamamoto ante la ovación de la multitud es reveladora: “Veo el apoyo de mis aficionados y me gustaría convertirlo en energía positiva y llevarlo al montículo”. Esta simple frase resume la esencia de este fenómeno: la pasión inquebrantable por el béisbol, amplificada por la presencia de una superestrella como Ohtani, en un escenario único e irrepetible.