Minivan arrolla a fanáticos del Liverpool; un detenido

El Arsenal femenino, con sus flamantes "Campeonas 25" en la espalda, recibía a miles de fanáticos en el Emirates Stadium, mientras en el sur de Londres, el Crystal Palace, con su histórica Copa FA, recorría las calles de Selhurst Park para el deleite de 20.000 almas.
Pero fue en Liverpool donde la fiesta alcanzó su punto álgido. Decenas de miles de aficionados, desafiando la lluvia y la humedad, se agolparon para celebrar el vigésimo título de liga de los Reds, igualando al Manchester United. La procesión, un río rojo de humo y alegría, serpenteó durante horas por 16 kilómetros, custodiada por un imponente dispositivo de seguridad. Fuegos artificiales iluminaron el Royal Liver Building, marcando un momento histórico para la ciudad.
La celebración, sin embargo, se vio truncada por un incidente trágico. Un hombre británico de 53 años, al volante de una minivan, embistió a una multitud de fanáticos que participaban en el desfile. La policía confirmó el arresto del conductor, aunque aún no se ha ofrecido información oficial sobre el número de heridos.
“Fue extremadamente rápido,” relató Harry Rashid, testigo presencial junto a su familia, “Inicialmente, solo escuchamos el pop, pop, pop de personas siendo derribadas del capó de un coche.” La rapidez del suceso dejó a muchos en shock, creando escenas de caos y confusión en medio de la alegría desenfrenada.
Un helicóptero ambulancia y numerosos vehículos de emergencia acudieron al lugar para atender a los afectados. El Primer Ministro británico, Keir Starmer, expresó su pesar por lo ocurrido: “Las escenas en Liverpool son espantosas. Mis pensamientos están con todos los heridos o afectados.” Agradeció, además, la rápida respuesta de la policía.
La jornada, que comenzó con la brillante celebración de tres triunfos futbolísticos, terminó con una nota de profunda consternación. El contraste entre la alegría desbordante y la brutalidad del incidente dejó una profunda marca en la ciudad, un recordatorio del contraste entre la efímera felicidad y la inesperada tragedia que, desafortunadamente, también puede formar parte de los grandes acontecimientos.
El arquero del Liverpool, Alisson Becker, comentó antes del incidente: “Solo queremos disfrutar este momento tanto como podamos porque sabemos cómo en el fútbol las cosas cambian rápidamente. Mañana, cuando terminen las celebraciones, vamos por un nuevo desafío. Pero celebramos ahora”. Sus palabras, dichas antes del suceso, resuenan con una nueva intensidad, recordando la fragilidad de la felicidad y la importancia de valorar cada instante.