Lo que comenzó como un juego retrasado por la lluvia terminó convertido en una exhibición histórica de bateo, donde los Yankees no dejaron duda de por qué son uno de los equipos más temidos de la MLB.
Desde el primer inning, el partido tomó un rumbo inesperado. "Fue como ver una máquina de jonrones en modo automático", comentó un fanático entre la multitud de 10,046 asistentes. Y no exageraba: Aaron Judge, Cody Bellinger y Giancarlo Stanton dispararon vuelacercas consecutivos, marcando el tono de lo que sería una noche demoledora para los Rays de Tampa Bay.
- Judge envió la pelota a 429 pies, su cuadragésimo jonrón de la temporada.
- Bellinger, quien terminó con 5-4 y tres carreras impulsadas, conectó uno de 381 pies.
- Stanton completó la seguidilla con un disparo de 386 pies.
Pero no fueron los únicos.
José Caballero, el panameño de los
Rays, logró el primer juego de múltiples
jonrones en su carrera, mientras que
Jazz Chisholm Jr. y
Ben Rice también se sumaron a la fiesta ofensiva. Los Yankees igualaron un récord de la franquicia con
nueve cuadrangulares en el juego, dejando en evidencia las dificultades del lanzador Shane Baz, quien en sus últimos seis juegos ha permitido 29 carreras limpias.
Mientras los Rays intentaban contener el alud, Carlos Rodón (13-7) mantuvo control en el montículo, permitiendo solo dos carreras en seis entradas. Por su parte, los jugadores latinos brillaron en ambos equipos:
- Amed Rosario (1-1) y Jasson Domínguez (1-0) aportaron para los Yankees.
- En los Rays, Yandy Díaz (2-0) y Christopher Morel (4-2) intentaron responder.
El partido dejó claro que, aunque se trate de un estadio de
pretemporada, cuando los
Yankees conectan sus bates de esa manera, no hay campo que pueda contenerlos. La pregunta ahora es si Tampa Bay podrá encontrar respuestas antes de que esta serie se convierta en un calvario.
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