Más allá de las imágenes idílicas que proyectó durante su vida pública, la realidad incluía conflictos que involucran a Romina, su hija, y a Moisés, el esposo de esta. Según declaraciones exclusivas a nuestro medio del abogado de la artista, Jesús Briones, quien la representó durante los últimos cuatro años, la situación llegó a un punto crítico.
Briones revela un detalle sorprendente: "Dulce pensó seriamente en denunciar a Romina y a Moisés". El motivo principal: el control absoluto que la pareja ejercía sobre las cuentas de redes sociales de la cantante. Se les acusaba de un posible secuestro digital de contraseñas, lo que les permitía manipular la imagen pública de Dulce, incluso en detrimento de la propia artista. La situación se agravó por la edad de la cantante, considerándose también un posible caso de abuso a una adulta mayor.
La situación se presentó ante la Fiscalía de delitos virtuales en Santa Fe. Existían indicios de abuso de confianza y plagio, elementos que, sumados al vínculo familiar, configuraban un posible escenario de violencia intrafamiliar. Sin embargo, el cariño que Dulce sentía por su hija prevaleció.
En palabras del abogado: "Dulce llamó y me dijo: 'Jesús, amo a mi hija, es mi vida, ni al marido de Romina podría causarles daño'". A pesar de las acciones legales contempladas, el profundo amor maternal de Dulce impidió que se llevara a cabo una denuncia formal. Un proyecto legal, presentado a la cantante, quedó archivado.
A pesar de los conflictos, el abogado también destaca la abundante evidencia de cariño mutuo entre madre e hija, contrarrestando las versiones que han surgido a raíz de la muerte de la artista. Cabe destacar que, según Briones, Dulce dejó su herencia a Romina y a su nieto, cuatro años antes de su fallecimiento.