El festejo, digno de una producción hollywoodense, congregó a un selecto grupo de invitados. Entre los asistentes, se encontraban grandes nombres de la escena musical mexicana, como Benny Ibarra, María León y Daniela Magún. Sin embargo, las verdaderas estrellas de la noche eran otros: Mía y Nina Rubín, las hijas de la pareja, quienes compartieron este momento tan especial con sus padres.
El protagonista de la velada, Erik Rubín, cumplió 54 años. Su mensaje en redes sociales, lleno de agradecimiento y autoreflexión, lo dice todo: “Lleno de logros, risas y también de momentos difíciles, pero de mucho aprendizaje. Gracias vida por tanto. Mi familia y mis amigos, mi tesoro más grande.”
Pero la verdadera sorpresa llegó a través de un emotivo mensaje compartido por Andrea Legarreta en su cuenta de Instagram. Acompañando una serie de fotografías de la fiesta, Andrea escribió: “Celebro tu gran vida, amado Peloncito. Todas las bendiciones para ti. Que sea un gran año.” Un gesto que habla por sí solo, confirmando la profunda y respetuosa relación que mantienen a pesar de su separación anunciada hace casi dos años.
La celebración no fue solo una reunión social; fue una demostración palpable de la importancia de la familia y la amistad, un testimonio de que el amor, en sus diversas formas, puede perdurar más allá de los cambios en la vida personal. Los detalles, pequeños y grandes, dibujan una imagen de unidad, cariño y respeto que trasciende la ruptura sentimental.