Su cuerpo fue encontrado el martes cerca del lago Kenoza en el área de conservación de Winnikenni en Haverhill, tras una búsqueda intensa que se extendió por tres días. La noticia se extendió como la pólvora, dejando un manto de tristeza sobre la comunidad.
Las autoridades comenzaron a investigar el caso luego de que un amigo de Flaz-Burgos reportara su desaparición el 31 de agosto. La policía encontró sus llaves, cartera y bolso en su apartamento, pero no había rastro de ella.
Las cámaras de seguridad captaron a Flaz-Burgos caminando hacia el departamento de Cristian Montero, un vecino que vivía a solo cuatro puertas de distancia. En las imágenes, se observa a Flaz-Burgos haciendo la señal de la cruz antes de entrar al apartamento de Montero, un detalle que ha despertado especulaciones y conmoción entre los habitantes de la ciudad.
La última vez que se vio a Montero fue dos horas después, jalando un carro de playa lleno de ropa. Los datos celulares mostraron que el teléfono de Flaz-Burgos se movía lejos del edificio de apartamentos y hacia Haverhill, mientras que el teléfono de Montero se encontraba en la misma dirección.
Montero fue arrestado el martes y acusado de intimidación de testigos y engañar a los investigadores. Durante el interrogatorio, Montero presentó un alibi falso, pero los datos celulares lo ubicaron en Haverhill, contradiciendo su versión.
En la audiencia judicial, Montero se declaró inocente de los cargos. La policía ha pedido a la comunidad que se mantenga en calma y confíe en el proceso legal. El caso aún se encuentra en desarrollo y las autoridades están trabajando para esclarecer los hechos.