Dodgers dominan postemporada con estrategia de lanzadores estelares

El resultado, al menos en los dos primeros juegos de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, ha sido demoledor.

En el primer encuentro, Blake Snell lució como la versión que ganó el Cy Young en dos ocasiones: 8 entradas dominantes, 10 ponches y cero carreras permitidas. "Aceptaré tantos juegos completos como podamos conseguir", admitió Roberts con una sonrisa, consciente de que su rotación está entregando números históricos. No fue el único: Yoshinobu Yamamoto respondió en el segundo juego con un juego completo de tres hits, el primero en postemporada para un lanzador de los Dodgers en 20 años.

• Snell y Yamamoto combinados: 17 entradas, 1 carrera, 4 hits.
• Los relevistas de Los Ángeles solo necesitaron lanzar 1 entrada en total.
• Los Cerveceros de Milwaukee, por el contrario, no han podido conectar más de 4 hits en ningún juego.

Ahora, con la serie mudándose a California, los problemas para Milwaukee podrían agravarse. Tyler Glasnow y Shohei Ohtani están programados para los juegos 3 y 4, respectivamente. Glasnow viene de apagar a los Filis en la serie divisional, mientras que Ohtani, en su primer año lanzando después de su segunda cirugía de codo, tiene luz verde para extenderse. "La marca de 100 lanzamientos no es un límite rígido para él", aclaró Roberts, dejando entrever que el japonés podría ir más allá de lo habitual.

Ohtani, por su parte, no oculta su motivación tras ver a Snell y Yamamoto. "Mi prioridad es no permitir carreras, pero si puedo imitar lo que hicieron ellos, mejor", confesó el fenómeno de dos vías. Mientras, los Cerveceros enfrentan una estadística aterradora: 9 derrotas consecutivas como visitantes en playoffs, una racha que se remonta a 2018. Su manager, Pat Murphy, ni siquiera ha definido quién abrirá el tercer juego. El colombiano José Quintana podría ser opción, aunque su rol sigue siendo incierto.

Lo que sí está claro es que los Dodgers han encontrado una fórmula letal: dejar que sus estrellas en el montículo decidan los juegos, sin intermediarios. Milwaukee tendrá que romper ese hechizo pronto, o la serie podría terminar antes de lo imaginado.

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