Las autoridades respondieron a la llamada alrededor de las 12:15 p.m. tras reportes de múltiples disparos. Testigos presenciales, como Shenigua Johnson, una empleada del Continental, relataron haber visto a un "niño" salir corriendo del edificio mientras gritaba "me dispararon". Johnson encontró posteriormente sangre y casquillos de bala en el octavo piso, confirmando la gravedad del incidente.
Candice Haywood, residente del edificio, también se encontró con el joven herido, quien le dijo que le habían disparado en el brazo derecho y le pidió que llamara a su madre. Un testigo que pasaba por el lugar llamó al 911 y una ambulancia trasladó al joven al hospital.
Dayana Bailey, residente del octavo piso, narró haber escuchado los disparos y los "gritos y chillidos aterradores" que siguieron. Al salir de su apartamento, Bailey encontró sangre en el pasillo y el elevador. "Mi contrato de alquiler no se vence hasta finales de este año, pero déjame decirte que termina hoy", dijo Bailey. "Ya no me siento segura".
La policía declinó responder preguntas el jueves por la tarde, citando una investigación activa. Sin embargo, confirmaron que los tres heridos fueron trasladados a hospitales, pero no se conoce su estado de salud. Un vocero del distrito escolar de Dallas confirmó que el estudiante lesionado se encuentra estable y se espera que se recupere por completo.
El tiroteo generó una ola de preocupación entre los residentes del Continental, quienes habían expresado en repetidas ocasiones su preocupación por la seguridad en el edificio. Carolyn Brock, residente del edificio, mencionó que los residentes han denunciado la "insuficiente" seguridad en el edificio. "No me mudé para esto al centro", dijo Brock. "Nunca había experimentado algo como esto, pero no me sorprende. La administración del edificio ha sido descuidada hasta que hemos llegado a esto".
El incidente pone de manifiesto la creciente preocupación por la seguridad en el centro de Dallas, una situación que ha generado incertidumbre y temor entre los residentes.