Sherrie Moore, de 40 años, murió a finales de la semana pasada, luego de ser alcanzada por las balas de Donald Ingram, quien conducía un Cadillac robado. Ingram, buscado por un asesinato en el condado de Kaufman, protagonizó una persecución a alta velocidad en la que disparó salvajemente contra la policía antes de suicidarse.
Ingram había sido buscado por la policía de Richardson desde el 16 de septiembre, cuando disparó a un oficial durante una persecución. El oficial respondió al fuego, pero no está claro si sabía que había una mujer y tres niños (de 5, 15 y 17 años) en el vehículo. Las autoridades confirmaron que el oficial no hirió a ningún inocente, pero Ingram, antes de quitarse la vida, disparó a su pasajera en múltiples ocasiones.
La tragedia se suma al ya complicado panorama de violencia que enfrenta la ciudad. La investigación del tiroteo está a cargo del Departamento de Policía de Dallas, que aún no ha proporcionado información adicional.
La víctima, Sherrie Moore, no estaba relacionada con el sospechoso, pero se ha confirmado que Ingram era buscado por el asesinato de su propia esposa, Michelle Ingram, de 53 años. Ingram, con un pasado criminal que incluía una condena por asesinato en 1991, se encontraba en libertad condicional.