Para muchos usuarios con discapacidad visual en la Bahía de San Francisco, esta realidad se ha convertido en una constante.
La frustración se ha acumulado a tal grado que la Federación Nacional de Ciegos (NFB) ha organizado una protesta frente a las oficinas centrales de Uber y Lyft. La manifestación busca llamar la atención sobre la discriminación que sufren las personas ciegas al solicitar un viaje con estas plataformas.
Las quejas no son nuevas. Una investigación en la bahía ya había documentado casos de usuarios con discapacidad visual que reportaban ser rechazados por conductores de Uber y Lyft, argumentando la presencia de sus perros guía. Guide Dogs for the Blind, una organización con sede en San Rafael, California, encontró que el 83% de sus clientes reportaron haber sido rechazados en algún momento.
Los manifestantes exigen que Uber y Lyft implementen una política de tolerancia cero para los conductores que infrinjan las políticas de la compañía, simplifiquen el proceso de reportar los rechazos y mejoren la educación de los conductores sobre la inclusión de personas con discapacidad.
En respuesta a las acusaciones, Uber emitió un comunicado asegurando que sus políticas prohíben a los conductores negar el servicio por la presencia de un animal de servicio o dispositivo de asistencia, y que están comprometidos a implementar tecnología y políticas que mejoren la accesibilidad.
Mientras que Lyft aún no ha emitido una declaración oficial, ha reiterado en el pasado que su política de animales de servicio exige que todos los conductores den la bienvenida a los pasajeros con animales de servicio y que toman en serio cualquier denuncia de este tipo.