En ocasiones, la realidad trasciende la imagen idealizada que se tiene de estos espacios. En la Universidad de Tampa, Florida, un caso reciente ha conmocionado a la comunidad, revelando una tragedia oculta entre las aulas y dormitorios. Un hallazgo macabro en un bote de basura desató una investigación que ha puesto en el ojo del huracán a Brianna Moore, una ex estudiante de 19 años. Las autoridades la acusan de homicidio agravado de un menor, negligencia infantil con graves daños corporales y otros dos cargos. La fiscal estatal Suzy López ha declarado que Moore fue arrestada en su estado natal de Mississippi y será extraditada a Florida para enfrentar la justicia.
Me rompe el corazón saber que esta niña podría seguir viva hoy si esta mujer hubiera alertado a las autoridades de que necesitaba ayuda, declaró López. En cambio, tomó medidas que llevaron directamente a la muerte de su bebé recién nacido.
Los detalles del caso son escalofriantes. Los compañeros de habitación de Moore escucharon el llanto de un bebé en su residencia el 27 de abril y encontraron sangre en el baño compartido. La seguridad del campus fue alertada, pero Moore aseguró que la sangre era de su menstruación. Sin embargo, al día siguiente, los compañeros de habitación volvieron a llamar a la policía al encontrar una toalla ensangrentada en un bote de basura. Fue en este lugar donde las autoridades descubrieron el cuerpo del bebé envuelto en la toalla.
La ley Safe Haven de Florida permite a los padres entregar de forma anónima a sus bebés hasta 30 días después del nacimiento sin que se les hagan preguntas.
Un padre que acaba de dar a luz puede entregar a su hijo al personal médico de un hospital o de cualquier estación de bomberos.