Chicago espera pacientemente su primera nevada

Las temperaturas inusualmente cálidas están retrasando la esperada primera nevada, y los habitantes de la ciudad se preguntan cuándo podrán finalmente disfrutar del paisaje invernal que tanto caracteriza a Chicago.
Las primeras nevadas suelen caer antes de noviembre, pero en este 2024, el clima sigue siendo más propio de otoño que de invierno. De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional, Chicago no ha tenido ni siquiera un rastro de nieve hasta el momento, y el clima cálido podría seguir retrasando la llegada del primer manto blanco.
¿Cuándo llega la primera nevada?
El pronóstico actual sugiere que la espera podría ser aún más larga. En un año típico, la ciudad experimenta su primera nevada ligera, es decir, una cantidad de nieve menor a 0,25 centímetros, hacia el 31 de octubre. Sin embargo, este año aún no ha ocurrido.
El registro de nieve medible, con una acumulación de al menos 0,25 centímetros, se produce en promedio el 18 de noviembre. Pero las proyecciones climáticas para las próximas semanas indican que esta fecha también podría pasar sin heladas.
El clima cálido sigue predominando
El Centro de Predicción Climática ha pronosticado una alta probabilidad de que las temperaturas en Illinois, incluyendo Chicago, se mantengan por encima de lo habitual durante el período del 14 al 22 de noviembre.
Esta tendencia cálida podría extenderse hasta el inicio de diciembre, lo que reduce notablemente la posibilidad de nevadas en las próximas semanas.
La última vez que Chicago tardó tanto en registrar su primera nevada fue en 1999, cuando la primera nevada llegó el 5 de diciembre.
El último registro de una acumulación significativa de hielo llegó el 28 de diciembre de 2021, tres días después de Navidad. Estos antecedentes resaltan lo inusual que fue este otoño, caracterizado por un clima más templado de lo habitual.
Las temperaturas para noviembre también son una señal de este retraso inusual. Se espera que durante esta semana se mantengan alrededor de los diez a 15 grados, con máximas que podrían superar los 16 °C algunos días.
Aunque esta tendencia de clima cálido podría reducir las probabilidades de nieve, no significa que esté descartada. Se proyecta un incremento en la precipitación hacia fines de noviembre, por lo que un descenso repentino en las temperaturas podría traer consigo el primer manto blanco. Sin embargo, el tipo de lluvia dependerá de cómo fluctúen los termómetros en las próximas semanas.
Chicago suele recibir su primera nevada antes del Día de Acción de Gracias, pero este año el pronóstico sugiere que la espera podría extenderse aún más.
El Servicio Meteorológico indica que el invierno en Chicago ha tenido, en ocasiones, nevadas tempranas en septiembre, como sucedió en 1928. Sin embargo, también hubo años en los que la primera helada no llegó hasta bien entrado diciembre.