Las cifras son contundentes: en el período de 12 meses que terminó el 30 de junio, hubo alrededor de 97,000 muertes por sobredosis, una disminución considerable en comparación con las 113,000 reportadas el año anterior. Esto ha provocado un optimismo cauteloso entre los expertos, quienes consideran este declive como "una reversión bastante sorprendente y rápida", según Brandon Marshall, investigador de la Universidad de Brown.
"Creo que aquí hay verdaderas razones para la esperanza", añadió Marshall.
Aunque no se puede atribuir la disminución a un solo factor, la pandemia ha sido un elemento clave en este cambio. Las restricciones y el distanciamiento social dificultaron el acceso a tratamientos para la adicción, dejando a las personas aisladas y sin apoyo en caso de una sobredosis. "Durante la pandemia vimos un aumento meteórico en las muertes por sobredosis de drogas, por lo que es natural que veamos una disminución", explicó Farida Ahmad del Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los CDC.
Otro factor que podría estar contribuyendo al declive es la mayor disponibilidad de naloxona, un medicamento que revierte las sobredosis, y de tratamientos como la buprenorfina. Estos recursos podrían estar salvando vidas, según Erin Winstanley, profesora de la Universidad de Pittsburgh.
Es importante destacar que los nuevos datos provisionales no ofrecen un desglose por grupos raciales y étnicos, lo que limita la comprensión del impacto de la disminución en diferentes comunidades. "Realmente necesitamos más datos de los CDC para saber si estos declives se están experimentando en todos los subgrupos étnicos raciales", señaló Marshall.