Georgia: Represión policial y violencia contra manifestantes
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Según "las autoridades de Georgia deben poner fin a su represión violenta, que ha infligido daños físicos, psicológicos y jurídicos a quienes ejercen su derecho a protestar", declaró Denis Krivosheev, director adjunto de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central. La violencia policial ha sido generalizada y ha incluido actos de tortura y otros malos tratos, con informes de lesiones graves, como roturas de huesos faciales, fracturas y conmociones, en aumento.
Los manifestantes detenidos han sido sometidos a procedimientos administrativos o penales sin el debido proceso, y se les ha negado atención médica y acceso a asistencia letrada a su debido tiempo. La estrategia del gobierno georgiano de utilizar toda la maquinaria del Estado para castigar y reprimir la disidencia es cada vez más clara.
Entre los casos documentados por grupos defensores de los derechos humanos se encuentran: