El epicentro, según el Centro de Redes Sismológicas de China, se ubicó a diez kilómetros de profundidad en el condado de Tingri, prefectura tibetana de Xigaze. Una zona con una densidad poblacional de apenas 4.2 personas por kilómetro cuadrado, lo que, irónicamente, mitigó el impacto en vidas humanas, a pesar de la magnitud del fenómeno. A las 09:05 hora local (01:05 GMT), un terremoto, inicialmente reportado como de magnitud 7.8 por algunos medios, fue finalmente rectificado por el USGS como un sismo de 7.1 grados. La diferencia, aunque pequeña en la escala de Richter, es significativa en términos del daño potencial.
Las imágenes que comenzaron a circular por redes sociales, principalmente en X (antes Twitter), muestran escenas desoladoras: "autos aplastados por escombros y edificios en ruinas", tal como reportaron algunas emisoras europeas. El impacto no se limitó a la tierra firme; el movimiento telúrico afectó visiblemente la costa y las zonas montañosas nevadas, con avalanchas de nieve grabadas por varios usuarios.
Sin embargo, la narrativa no se centra únicamente en la destrucción. Paralelamente a las imágenes de la devastación, surgieron videos que reflejan la solidaridad y el esfuerzo humano. Se observa a personas trabajando incansablemente en la remoción de escombros, rescatando a quienes quedaron atrapados bajo los edificios derrumbados. Estos videos dan cuenta de una respuesta comunitaria inmediata, un reflejo de la resistencia y la fortaleza humana frente a la adversidad.
La cercanía del epicentro a Lhasa (a 380 kilómetros) y Xigaze (a 23 kilómetros) generó preocupación inicial. CCTV reportó que un puñado de comunidades en un radio de 5 kilómetros del epicentro resultaron afectadas. La ubicación geográfica, en una zona de alta actividad sísmica debido a la fricción de las placas tectónicas asiática e india, explica la frecuencia de estos eventos en el Tíbet y otras regiones del oeste de China.
Hasta el momento, el saldo confirmado asciende a al menos 95 fallecidos y decenas de heridos, aunque la cifra podría aumentar en las próximas horas a medida que avanzan las labores de rescate en la zona afectada. Las réplicas continuaron sacudiendo la región, extendiendo la incertidumbre y la necesidad de asistencia.