Crisis hídrica: Trump congela fondos para el río Colorado

En el centro de esta problemática se encuentra el río Colorado, una arteria fluvial que sustenta a 40 millones de habitantes y más de 2.2 millones de hectáreas de tierras de cultivo en siete estados estadounidenses. Además, proporciona agua a más de una docena de tribus indígenas y a México, creando una intrincada red de acuerdos de distribución de agua.
Sin embargo, una decisión de la Administración Trump ha generado una ola de incertidumbre. La congelación de 4 mil millones de dólares en fondos federales destinados a la conservación del río Colorado, según denunció Sandy Bahr, directora del Sierra Club del Departamento del Gran Cañón en Arizona, amenaza con desestabilizar años de trabajo en la gestión del vital recurso hídrico. Estos fondos, aprobados por el Congreso, eran esenciales para programas como el Programa de Eficiencia y Conservación del Sistema de la Parte Baja del Río Colorado.
Este programa ha demostrado su eficacia. En los últimos dos años, inyectó 1.2 millones de metros cúbicos de agua al lago Mead, elevando su nivel en 2.7 metros. Este incremento fue crucial para un acuerdo histórico entre Arizona, California y Nevada para reducir el consumo de agua hasta 2026. El lago Mead, el embalse más grande de Estados Unidos por capacidad, es una fuente de agua crucial para millones de personas, incluyendo las poblaciones del norte de México.
La congelación de los fondos no solo afecta la capacidad de los estados para cumplir con los acuerdos de conservación, sino que también pone en riesgo las estrategias para la adaptación al cambio climático. "El presidente Trump está provocando un verdadero caos," afirmó Bahr, haciendo hincapié en la incertidumbre que genera esta medida sobre las futuras negociaciones entre estados y con México.
La preocupación se extiende a otros ámbitos. La reducción del caudal del río, agravada por la sobreexplotación y el cambio climático, amenaza con desencadenar recortes de consumo drásticos. El año pasado, se anunció una reducción del 18% del agua para Arizona, 7% para otros estados y 5% para México. Además, los despidos masivos en el Gobierno Trump generan dudas sobre la capacidad del gobierno para negociar eficazmente la distribución del agua.
Senadores de California, Nevada y Arizona ya han expresado su preocupación al Departamento del Interior, instando a la liberación inmediata de los fondos. La situación pone de manifiesto la fragilidad de los ecosistemas y la importancia de la cooperación internacional para la gestión de los recursos hídricos.
El futuro del río Colorado, y por extensión, el bienestar de millones de personas, depende de la resolución de esta crisis. La escasez de agua, un tema complejo, exige soluciones urgentes y una colaboración sin precedentes entre gobiernos y sociedad civil.