Las promesas que Trump ha cumplido en sus primeros meses de mandato

Entre las promesas centrales de campaña de Donald Trump, la economía ocupaba un lugar primordial. "Cuando gane, inmediatamente bajaré los precios, empezando el primer día", declaró en agosto de 2024. Esta promesa, impulsada por la alta inflación durante el gobierno de Biden (que llegó a un máximo de 9.1% en junio de 2022), se enfrenta a una realidad compleja. Si bien una orden ejecutiva inicial buscó aliviar la presión sobre los precios, la inflación persiste, incluso agravada por medidas como los aranceles del 25% a productos importados de México y Canadá, y del 20% a los de China. Las repercusiones son evidentes: Canadá ha respondido con aranceles similares, mientras que China ha impuesto tasas a productos estadounidenses.
En materia de migración, la promesa de "el primer día, lanzaré el mayor programa de deportación en la historia de Estados Unidos" ha tenido un impacto significativo, aunque los resultados iniciales no reflejan una deportación masiva. Si bien el gobierno ha tomado acciones contundentes como la incorporación de las Fuerzas Armadas a las tareas de deportación y la firma de acuerdos con países vecinos para la recepción de deportados, las cifras de deportaciones durante el primer mes del gobierno de Trump fueron inferiores a las del gobierno de Biden. No obstante, se han tomado medidas drásticas como la suspensión del programa de parole humanitario y la eliminación de la aplicación CBP ONE. La implementación de una "visa dorada" por US$5 millones representa un giro en la política migratoria, marcando un contraste con la narrativa de deportación masiva.
La política exterior de Trump también ha sufrido un cambio radical. Su promesa de solucionar el conflicto entre Rusia y Ucrania en 24 horas se ha traducido en una postura de aparente neutralidad, generando tensión con Ucrania y alarma entre los países europeos. La suspensión de la ayuda militar a Ucrania, seguida de un choque público entre Zelensky y Trump, evidencia una estrategia diferente a la de su predecesor, Joe Biden. Paralelamente, el logro de un cese al fuego en Gaza, si bien coincide con propuestas previas de Biden, contrasta con la controversial propuesta de Trump para transformar Gaza en una zona turística, una idea rechazada a nivel regional. Otras decisiones internacionales, como el cambio del nombre del Golfo de México y el intento de controlar Groenlandia, demuestran una estrategia audaz y sin precedentes en política exterior.
Finalmente, la promesa de desmantelar el "Deep State" se ha materializado a través de despidos masivos en agencias federales, incluyendo la virtual desmantelación de la USAID. El Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), liderado por Elon Musk, ha impulsado una ola de recortes y reorganización, generando controversias por sus métodos y la falta de transparencia. El cuestionamiento a las metodologías de DOGE, y las críticas hacia la gestión de Musk al frente del mismo, añaden un capítulo polémico a la reforma del gobierno federal. La implementación de estas medidas ha impactado a miles de empleados federales, provocando numerosas protestas.
El enfoque en la eliminación de políticas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), la prohibición de la participación de personas transgénero en las Fuerzas Armadas, y las restricciones a la educación sobre "ideología de género" en las escuelas, complementan la agenda de cambios sociales promovidos por el gobierno de Trump, generando un debate profundo en la sociedad estadounidense.