Trump planea enviar 500 agentes de CBP a ciudades para reforzar redadas migratorias

Hablamos de un plan silencioso, elaborado por la administración Trump, que involucra a 500 agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Esta cifra, según fuentes de CBS News, es la más alta desde el segundo mandato del expresidente.
Estos agentes, usualmente encargados de la vigilancia fronteriza, se desplegarán en ciudades de todo el país. No se trata de un refuerzo en la frontera sur, sino de una expansión de las operaciones de ICE en el interior de Estados Unidos. Se espera que apoyen en la localización, detención y procesamiento de personas en situación migratoria irregular.
La estrategia es contundente: incrementar los arrestos sin necesidad de aprobación presupuestaria del Congreso. Para ello, se recurre al personal de tres divisiones de CBP:
La administración ha aprovechado la Orden Ejecutiva 14159 para ampliar sus poderes. Esta orden permite la deportación acelerada de inmigrantes que no demuestren al menos dos años de residencia continua, entre otras medidas que han resultado en un incremento significativo de arrestos, incluso en lugares considerados previamente como "sensibles", como hospitales o iglesias.
Paralelamente, los datos oficiales muestran una reducción significativa en los cruces ilegales en la frontera sur, atribuida a las nuevas medidas implementadas. Este cambio de enfoque, con una mayor presencia de agentes de CBP en el interior del país, marca una nueva etapa en la política migratoria estadounidense, con implicaciones aún por determinar.
Mientras tanto, el Congreso continúa debatiendo el presupuesto para ICE, mientras la administración Trump avanza con su estrategia sin esperar su aprobación, redirigiendo recursos de otras agencias. La situación plantea preguntas sobre el balance entre seguridad nacional y el respeto a los derechos humanos.