Visa H-1B bajo fuego: Trump aviva debate sobre empleo y migración especializada

Las recientes acciones del gobierno del presidente Donald Trump, enfocadas en la inmigración ilegal, han puesto el foco en un programa específico: la visa H-1B. Este visado, altamente demandado por profesionales con habilidades especializadas, se ha convertido en el centro de la polémica.
La visa H-1B, creada como parte de la Ley de Inmigración de 1990, permite estancias temporales en Estados Unidos a trabajadores extranjeros con títulos universitarios y habilidades especializadas. "Es un tipo de visado para no inmigrantes... no está destinado a personas que desean radicar de manera permanente en el país," según la información oficial. Sin embargo, muchos beneficiarios eventualmente buscan la residencia permanente tras cumplir con los requisitos legales.
El sector tecnológico es el principal beneficiario de este programa. Según el Pew Research Center, el 60% o más de las visas H-1B aprobadas desde 2012 se destinaron a empleos relacionados con computación. Pero su alcance es más amplio, incluyendo a instituciones de salud, financieras, universidades y otras organizaciones que enfrentan escasez de personal altamente cualificado. El número anual de visas es limitado: 65,000 con 20,000 adicionales para quienes poseen una maestría o superior, con excepciones para algunas instituciones.
La controversia rodea la premisa central de la visa H-1B: cubrir vacantes que los empleadores estadounidenses no logran llenar. Mientras sus defensores la ven como una herramienta crucial, los detractores, de ambos espectros políticos, argumentan que perjudica a los trabajadores locales. Algunos, como el senador Bernie Sanders, han expresado su preocupación en una carta abierta, afirmando que el programa "reemplaza a los trabajadores estadounidenses con empleados extranjeros peor pagados". Este debate se intensifica dentro del Partido Republicano, dividiendo a quienes apoyan la atracción de talento extranjero de aquellos que priorizan las políticas proteccionistas de Trump.
Recientemente, abogados de inmigración han reportado solicitudes inusuales para quienes buscan renovar su visa H-1B. Kevin Miner, del bufete Fragomen, señala dos tipos de requerimientos: uno que menciona "información adversa" y exige datos biométricos, y otro que simplemente solicita información biométrica sin mayor explicación. Esto ha generado preocupación debido a la falta de precedentes y transparencia en el proceso. Matthew Tragesser, portavoz del USCIS, justifica estas medidas como parte del compromiso del gobierno de Trump para "restaurar la integridad de nuestro sistema de inmigración".
El contexto se complica aún más al considerar las otras políticas de inmigración de la administración Trump: deportaciones masivas, eliminación de protecciones de deportación y revocación de visas estudiantiles. Más de 1,000 estudiantes han perdido su estatus legal en el último mes, generando incertidumbre y preocupación entre los profesionales extranjeros que dependen de visas de trabajo, como la H-1B.