La capital sinaloense, Culiacán, fue escenario de una protesta inédita, donde los propios trabajadores del Poder Judicial Federal alzaron la voz en contra de la reforma que busca modificar la estructura del sistema judicial mexicano.
La marcha, que reunió a secretarios de tribunales federales, jueces y personal administrativo, se desarrolló en la céntrica avenida Álvaro Obregón, frente a la Catedral. Los manifestantes desplegaron pancartas y mantuvieron un mensaje contundente: "No a la reforma judicial". Su mensaje no se limitó a las autoridades, sino que también buscaba generar consciencia en la ciudadanía sobre las posibles consecuencias de esta reforma en su vida diaria.
La protesta, que se caracterizó por su orden y disciplina, se llevó a cabo sin incidentes. Los manifestantes, en su mayoría vestidos de civil, ocuparon estratégicamente la vía pública, con el objetivo de llamar la atención de los ciudadanos y generar un debate público sobre el futuro del Poder Judicial en México. La imagen de jueces y trabajadores judiciales protestando es un reflejo del descontento que existe en el interior del sistema judicial, que se enfrenta a un cambio radical en su estructura y funcionamiento.
Este movimiento no solo es un llamado a los senadores para que rechacen la reforma, sino también un llamado a la reflexión sobre la importancia de un Poder Judicial independiente, transparente y eficaz. La reforma judicial, con sus puntos a favor y en contra, genera un debate complejo y crucial para el futuro de México.