La Asociación Estadounidense del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés) ha emitido nuevas directrices para la prevención de accidentes cerebrovasculares (ACV), enfocándose en la reducción de casos en Estados Unidos, donde es la cuarta causa principal de muerte
La AHA estima que hasta un 80% de los ACV podrían prevenirse con mejoras en la nutrición, el ejercicio, y la identificación de factores de riesgo. Estas pautas, las primeras en una década, ofrecen recomendaciones para individuos y médicos, basadas en una mejor comprensión de los factores que contribuyen a los ACV.
"La buena noticia es que la mejor manera de reducir el riesgo de un ACV es también la mejor manera de prevenir otros problemas de salud: una dieta saludable, ejercicio, y no fumar."
Comprendiendo los Accidentes Cerebrovasculares
Un ACV ocurre cuando el flujo sanguíneo al cerebro se bloquea o se rompe un vaso sanguíneo, privando al cerebro de oxígeno. Esto puede resultar en dificultades motoras y cognitivas, e incluso la muerte. La AHA enfatiza que una alimentación saludable puede controlar factores de riesgo como colesterol alto, niveles altos de azúcar en sangre y obesidad.
La AHA sugiere adoptar una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, cereales integrales y aceite de oliva, limitando la carne roja y grasas saturadas. En su lugar, se recomienda obtener proteínas de legumbres, frutos secos, aves, pescado y mariscos. Los alimentos altamente procesados y azucarados también deben reducirse para controlar la ingesta calórica y mantener un peso saludable.
La actividad física regular es crucial para prevenir ACV. La Dra. Cheryl Bushnell recomienda caminar al menos 10 minutos al día, reduciendo significativamente el riesgo. La AHA sugiere un mínimo de 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos de actividad vigorosa por semana. El ejercicio ayuda a controlar la presión arterial, un factor de riesgo importante.
Además de la dieta y el ejercicio, los reguladores han aprobado una nueva clase de medicamentos para la reducción de peso, ofreciendo una herramienta adicional para prevenir ACV. Las directrices recomiendan que los médicos consideren recetar estos medicamentos a pacientes con obesidad o diabetes. Sin embargo, el Dr. Fadi Nahab enfatiza que la medicación debe complementarse con una dieta saludable y ejercicio.
Las nuevas pautas también aconsejan a los médicos evaluar factores no médicos que podrían aumentar el riesgo de ACV, como la estabilidad económica, el acceso a la atención médica, la discriminación y el racismo. Por ejemplo, los adultos negros en Estados Unidos tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un ACV que los adultos blancos, según los CDC. Los médicos pueden proporcionar recursos para atención médica y alimentos asequibles, así como sugerencias para mantenerse activo sin costos elevados.
Los síntomas comunes de un ACV incluyen debilidad en la cara y brazos, y dificultad para hablar. La AHA enfatiza la importancia de actuar rápidamente, ya que el daño cerebral puede ocurrir en minutos. Los expertos han creado el acrónimo FAST (Cara, Brazos, Habla, Tiempo) para ayudar a recordar los signos y la necesidad de una respuesta inmediata. Si se sospecha de un ACV, se debe llamar al 911 de inmediato.