Los detalles emergieron lentamente. Familiares acudieron a la casa de Roberto (21 años) y Yesenia (20 años), una joven pareja, buscando noticias. Al encontrar la puerta cerrada, la preocupación se convirtió en horror al descubrir a la pareja y a sus dos pequeños hijos, de tres y un año, inconscientes en el interior.
De inmediato, se solicitó ayuda a los Servicios de Emergencia. Sin embargo, la tragedia ya estaba consumada. Los paramédicos solo pudieron confirmar el fallecimiento de los cuatro miembros de la familia. La causa: intoxicación por monóxido de carbono.
La investigación posterior reveló una práctica desesperada, y letal: la familia había estado utilizando una motocicleta como fuente de energía para su hogar. Esta decisión, impulsada probablemente por la precariedad económica, resultó fatal.
"Es una situación terrible, un recordatorio de las circunstancias que pueden llevar a tomar decisiones tan riesgosas", comentó un vecino, aún conmocionado por la noticia.
Pero ¿qué peligros esconde el hecho de usar una motocicleta como fuente de energía en un espacio cerrado?
- Acumulación de monóxido de carbono: El motor de la motocicleta emite CO, un gas inodoro e invisible, letal en espacios sin ventilación adecuada.
- Riesgo de incendio: Las motocicletas funcionan con gasolina, un combustible altamente inflamable. Una fuga o chispa podría causar un incendio devastador.
- Emisiones nocivas: El motor también libera otros gases y partículas que dañan las vías respiratorias, especialmente en niños y personas con enfermedades respiratorias.
- Sobrecalentamiento: El calor del motor puede dañar la estructura de la vivienda.
Este caso sirve como una cruda lección. La aparente solución improvisada de utilizar una motocicleta para generar energía resultó ser una trampa mortal. La tragedia, ineludiblemente, deja un vacío irreparable.