¿Reforma laboral sin recorte salarial? Esto dice la Ley

El anuncio oficial, realizado el pasado 1 de mayo por la Presidenta Claudia Sheinbaum, establece un plan gradual para la implementación de la jornada laboral de 40 horas semanales a partir del 2030. Este cambio, lejos de ser una simple modificación numérica, implica una reestructuración profunda de la Ley Federal del Trabajo.
La transición, lejos de ser inmediata, se encuentra en una fase de consultas y debates. A lo largo de junio y julio de 2025, se llevarán a cabo foros en Ciudad de México, Monterrey, Guadalajara, Tijuana, Querétaro y Cancún, organizados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). En estos encuentros, trabajadores, empresarios, sindicatos y académicos tendrán la oportunidad de aportar sus perspectivas para la implementación de esta reforma.
Una de las inquietudes más relevantes gira en torno al impacto en los salarios. "No, los empleadores no podrán pagar menos", asegura el gobierno. De acuerdo con el artículo 51 de la Ley Federal del Trabajo (LFT), la reducción de horas no justifica una disminución salarial. Esta garantía busca proteger el ingreso de los trabajadores y evitar la precarización laboral.
El proceso culminará con la presentación de la iniciativa de reforma al Congreso de la Unión el 1 de septiembre de 2025. La meta es que la nueva jornada laboral sea una realidad a nivel nacional para enero de 2030. Se estima que esta reforma beneficiará inicialmente a cerca del 48% de los trabajadores formales, con mayor impacto en sectores como servicios administrativos, comercio y manufactura formal, según datos proporcionados por el Secretario del Trabajo, Marath Bolaños.
Más allá de las fechas, esta reforma representa un cambio cultural significativo. Las implicaciones para la productividad, el equilibrio vida-trabajo, y el bienestar general de la fuerza laboral mexicana serán temas de análisis y debate durante los próximos años.