El éxito y fracaso se comparten en familia: Celia Ochoa

El éxito y fracaso se comparten en familia: Celia Ochoa
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Nogales.

Lo que comenzó como un entretenimiento para su padre, se convirtió en la vida de Efrain Rolando Ochoa Zazueta, su esposa Celia y sus hijos.
Con voz quebrantada, una lágrima vacilante en los ojos y el recuerdo latente de su finado esposo, la señora Celia Ochoa compartió con El Diario de Sonora con motivo de su 25 aniversario la historia de uno de los comerciones más emblemáticos de la ciudad, visitado por alumnos de todos los niveles: la Papelería El Estudiante.
Originaria de Nayarit, Celia llega a Nogales a los 5 años de edad, mientras quien sería su esposo llega procedente de Navojoa durante su niñez. En su juventud se conocen en una kermés de la iglesia el Santuario de Guadalupe y comienza ahí su historia de amor. Luego de dos años de noviazgo se casan y gozan 55 años de matrimonio, en compañía de sus hijos: Celia Maritza, Patricia, Lizette, Rolando y Ana.
 La familia Ochoa hizo de la Papelería El Estudiante su segundo hogar, en la que éxito y el fracaso se comparten, y llevan como premisa ‘el cliente es primero’.
A continuación le compartimos la entrevista íntegra.

¿Cómo inició la papelería El Estudiante?
Fue por algo muy noble. Empezó por algo que no creíamos que sería lo que es ahora. El papá de mi esposo se jubiló, él era empleado federal, y para que no perdiera movimiento su padre, se le puso una papelería.

¿En qué año fue?
En 1971, abrimos un mes de marzo, y mi suegro estaba solo, entreteniéndose, pero en agosto que empezó la temporada escolar nos habló, nos pidió ayuda porque ya tenía más gente y a partir de ahí aquí estamos.

¿Empezaron en este lugar?
No, enfrente de donde ahora estamos, era un lugar muy chico.

¿Por qué una papelería?
Platicando con unos amigos, unos compadres de Guadalajara, ellos tenían un negocio de mercería, de papelería y conversando con ellos nos dijeron que era una buena idea el negocio de la papelería, pues ellos ya tenían experiencia y nos dieron la idea y el empujón al iniciar esto con un pequeño capital que teníamos.

¿Cómo fueron sus inicios?
Los compadres nos contactaron con las fábricas de Guadalajara y hacíamos los pedidos directo con la fábricas. Ellos lo que hicieron fue surtir la base. Y de ahí, como te digo, a partir de agosto comenzamos de lleno.
¿Desde qué año comenzaron a trabajar como familia?
Desde el inicio, porque primero fue él, luego vino una sobrina y empezando diciembre ya inicié yo y hasta la fecha.
¿Cómo es un día normal para usted?
(Risas) Pues llegar con muchas ganas de trabajar. Lo veo como entrar a una segunda casa, porque los mis empleados, a parte que son familia, la convivencia es como de familia.

¿Y regaña a sus empleados aunque sean sus hijos?
Por supuesto, no se salvan.

¿En qué año se mudaron al nuevo local?
En el lugar de enfrente duramos menos de 10 años y desde entonces estamos aquí. Y una de las anécdotas es que mi esposo siempre fue emprendedor y la idea de él, que nos inculcó a todos, es que el cliente es primero. Recuerdo cuando se empezó a vender el material didáctico, una biografía costaba 10 centavos, y ya cuando salíamos para cerrar , llegaban los papás con sus hijos porque se les había olvidado la tarea. Él se regresaba y abría y decía ´el cliente es primero´.

¿Aún lo aplican si llegan ya noche?
Claro.

Ahorita que menciona las estampitas, ¿recuerda algún personaje de la política que haya venido de compras?
Sí, Miguel Pompa, la verdad se me escapan nombres, pero se me viene a la mente Lizárraga, Rubén Araiza, entre muchos.. y el alcalde también, él, sus hermanas, su mamá.
Es una gran trayectoria, y lo que más me da gusto es que llegan personas que hace mucho no veo y regresan con sus hijos y ellos se identifican y nos dicen que fueron clientes de nosotros cuando niños, algunos hasta nietos.

¿Qué siente cuando le dicen eso?
Uy (suspiro), una alegría. Doy gracias a Dios por la oportunidad que nos ha dado de permanecer aquí.

¿Su esposo cuándo falleció?
El 22 de septiembre del año pasado. Por eso te digo que los sentimientos me ganan. A Él no se le pasaba detalle. Él siempre fue el contador general de la empresa de Jacobo Dabdoub, Via Veneto, él nunca dejó su trabajo, pero era nuestra guía, todo veía, todo dirigía.

¿Y usted se hace cargo?
Desde siempre, más ahora, pero me hace falta ese respaldo.

Ahora con el internet, ¿qué tanto ha cambiado la venta de material didáctico, como las estampitas?

Fíjate qué curioso, cuando empezó eso del internet, dijimos que ya no se iba a vender, no se vende en la misma cantidad, pero no dejan de comprarlo. Todos los complementos para presentar exposiciones se sigue vendiendo, pero sí nos llamó la atención que siguieran comprando material didáctico, probablemente porque no tengan la manera de imprimirlo o investigarlo para trabajos.

¿Cuál ha sido la clave para tener un negocio tan próspero?
Pues la dedicación, constancia y el cliente es primero, como lema, como banderín. Y tener todo lo que necesitan, que puedan surtir toda una lista sin andar de negocio en negocio, es una de las cosas que nos caracterizan.

¿Actualmente dónde surten sus productos?
México, Guadalajara.

¿Los negocios de Estados Unidos qué tanto le quitan venta?
Fíjate que sí han bajado las ventas, porque con eso de las tiendas de los chinos quita mucho, pero sí seguimos con los clientes de siempre, nos patrocinan. Y un dato muy curioso que nos han dicho cuando hallan un producto que buscan: ´Lo que no hay Wal Mart y con ustedes, no hay en todo Nogales´. Nuestros clientes nos han honrado con ese comentario.

¿Cómo describiría los últimos 25 años de Nogales?
Algo muy notorio es el cambio de la población, que antes todos nos conocíamos y ahora hay mucha gente de fuera. Ya no es lo mismo, uno se reduce a andar dentro del círculo de la familia y las amistades, a los demás ya los vemos como desconocidas, y antes no.

Y en cuanto a infraestructura en el centro de la ciudad, donde usted se ubica
Los centros comerciales que abrieron fuera de aquí nos han afectado un poco, el comercio se enfocó más al sur de la ciudad, pero los clientes de siempre desde donde están nos vienen a buscar.

¿En los próximos 25 años qué le gustaría ver en Nogales?
Pues que Dios me permita verlos, quisiera ver más próspero el negocio, seguir teniendo la alegría que me dieron generaciones y generaciones.

¿Ha contemplado abrir sucursales ahora que la ciudad crece?
Eh, pues sí, pero eso ya se lo dejaría a mis hijos, a los jóvenes, porque ya no tendría la fuerza para hacerlo, las ganas sí, pero sí sería para mí difícil.

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