Desde el extranjero cita obligada el visitar la tumba de familiares

Por la condición de frontera de Nogales, es común que muchos de los familiares de los difuntos en los diferentes cementerios locales, hayan migrado en algún momento a los Estados Unidos, por lo que para algunos realizar el viaje desde sus hogares en este vecino país, suele significar el dedicar un día entero para pasarlo con sus deudos y reacondicionar sus espacios en los camposantos.

Lilia Valdez, nacida en la ciudad de Nogales, Sonora, relató que año con año viaja desde la ciudad de Tucson junto a sus hijas y nietas, para visitar la tumba de sus padres y hermanos en el panteón internacional de la calle Reforma, sepultura que desde hace 40 años ha sido el lugar en donde descansan sus restos, por lo que ella busca ponerse al corriente con sus parientes y pedirles sus consejos, ya que por la clausura en el 2020, este 2021 los visita con mayor emoción.

Pues se siente mucha satisfacción, venir a arreglarles su tumba, para que se vean bien, que se sientan que uno se ha olvidado de ellos, todavía, les hablamos y todo eso”, dijo, porque lo que más me gusta es estar aquí con ellos, eso es lo que más me gusta”.

Doña Lilia mencionó que siempre busca el consuelo en sus padres, en espera de reunirse con ellos en el más allá y poder juntos convivir como lo hacían cuando era pequeña, momento en el cual ella dice que le tocará a su descendencia ser los que la visiten.

Ya hable también a obras públicas y si nos dijeron que todavía cabían dos más acá arriba, voy a hacer una lapida arriba de mi tumba, exactamente”.

Otra de las familias que no olvidan a sus fieles difuntos, son los hijos de la pareja Calcaño Gonzales, quienes cada 2 de noviembre en su mayoría viajan desde Tucson y en ocasiones en otras fechas especiales, acuden al mismo camposanto para pintar la tumba de sus padres, junto a sus hijos, para de esta forma mantener vivo el recuerdo de la grandeza por medio de sus anécdotas.

Año tras año, mientras haya vida y salud, estamos pendientes, mi papá se fue, murió, mi mamá murió el 10 de agosto de 1967 y mi papá murió 10 años después el mismo 9 de agosto, pero 10 años después en 1977. Yo pienso que es importante porque uno nunca deja de estar al pendiente de sus seres queridos verdad”.

Sin duda, tradiciones que muchos buscan preservar a través de la distancia y el tiempo, recordar y volver a sentir la presencia de sus seres queridos en la cercanía, todas esas cosas que nos hacen recordar vivencias, anécdotas y también momentos de debilidad o necesidad, por lo que el volver a los cementerios y convivir con nuestros fieles difuntos, puede brindar una nueva perspectiva sobre nuestra propia mortalidad, así como nos puede hacer reflexionar sobre lo importante que es mantener fuertes lazos familiares y aprovechar cada momento.