Aumenta consumo de fentanilo en esta frontera

El Fentanilo es un opioide que, de acuerdo al Centro de Control de Enfermedades en los Estados Unidos, es 50 veces más fuerte que la heroína y hasta 100 veces más fuerte que la morfina, compuesto químico de diseñador que poco a poco se ha convertido es una de las que tienen mayor consumo en el norte de Sonora, por lo que se ha posicionado como otra pandemia más que azota al territorio nacional.

Jorge Robles Elías director de una clínica especializada en el tratamiento de las adicciones, explicó que en lo que va del año, la atención de personas que sufren del consumo de esta droga, se ha incrementado en un 800 por ciento, dejando a paso muertes y pacientes con sobredosis en los diferentes servicios médicos locales.

“Podríamos decir, que está creciendo exponencialmente, y los pronósticos son más serios, va a seguir en aumento y va a empezar a desplazar otras drogas de diseño como el cristal y va a una mortandad espantosa”, dijó Jorge Robles Elías.

Tan sólo en Nogales en el 2022, de los 7 casos de fallecimiento relacionados sobredosis de alguna droga, 5 se presume fueron por el consumo de fentanilo y esto de acuerdo a Robles, podría inferirse es sólo el inicio de una ola que se viene encima y podría tener mayores consecuencias a lo que en su momento se sufrió con el cristal.

El especialista describió que parte de la peligrosidad del fentanilo, es que no tiene sintomatología diferente al consumo de heroína, es decir, el consumidor se vuelve alguien aletargado, se encuentra tranquilo y se mantiene en su sitio cuando se presentan los efectos de este compuesto, pero no deja marcar visibles, además de que muchos de los que lo consumen hasta cierto punto pueden llevar una vida normal, pero siempre con el peligro latente de fallar en la dosis y perder en conocimiento o fallecer.

“El peligro tremendo es que, en un momento dado, cualquier dosis, arriba de lo ordinario puede generar depresión respiratoria, paros respiratorios y muerte”, manifestó.

La presencia de esta droga en las calles es innegable, abundó el médico, ya que, siendo una droga de diseñador, puede fabricarse prácticamente en cualquier lugar, ya que no necesita tierra, agua o fertilizantes, de ahí la gran cantidad de decomisos que en las últimas fechas se han realizado tanto en México como en los Estados Unidos.

Indicó que los pacientes más propensos a consumir fentanilo, son todos aquellos que tienen historial en el uso de heroína, sobre todo ahora que se cerró el centro de metadona para los enfermos en recuperación, pero no deja fuera la posibilidad de los jóvenes iniciando su camino en las drogas prueben el compuesto y por su nivel adictivo, no pueden dejar de utilizarlo.

“La gente que se inicia se engancha muy rápido, porque esa sensación de placer extremo les es muy satisfactoria, algunos de ellos han tenido experiencias con psicoestimulantes, de repente conocen el fentanilo y es otro mundo para ellos y el consumo se va dando poco a poquito, pero generalmente basta tres, cuatro semanas de consumo más o menos regular para crear tolerancia, es decir, ahora consumo ‘M30’, y no es una o dos pastillas, ocasionalmente, ahora es cada fin de semana”, evaluó.

El riesgo latente sin duda, es que al ser un compuesto que se réplica de manera ilegal, en laboratorios clandestinos con ningún tipo de control en las dosis, potencialmente cualquier tableta pudiera tener una mayor concentración y afectar el organismo inmediatamente, causando estragos irreparables en la mayoría de los casos.

“En los momentos donde el paciente no tiene abstinencia puede parecer una persona normal, que opera normalmente, que trabaja normalmente, pero cuando la abstinencia ahí es cuando se pueden descubrir y sospechar que esta el fentanilo, porque son pacientes muy angustiados, muy ansiosos, que sudan de la frente y de sus manos, muy inquietos muy desesperados, buscando la oportunidad de conseguir una cura, una dosis más”, aseveró.

Por si fuera poco, la recuperación de estas personas con un consumo activo del compuesto, suele ser muchos más traumática que para los pacientes que utilizan otro tipo de drogas, llegando a la fiebre intensa, dolor de cuerpo generalizado, vómito, diarrea, sudoración extrema y en ocasiones pérdida del conocimiento sin razón aparente.

“Desgraciadamente está matando a tanta gente que muere más gente por sobredosis de fentanilo, que por accidentes automovilísticos, inclusive si se suman las muertes por arma de fuego y las muertes por fentanilo, no equiparan a lo que está ocurriendo en situaciones epidémicas, muere una persona cada 10 minutos en Estados Unidos, por fentanilo”, finalizó.

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