Viven invasores en extrema pobreza De la Santa Cecilia

CABORCA.

Dicen sus moradores es casi imposible soportar las embestidas del calor, pues están en un ‘horno’.
Un grupo de residentes de la colonia Ampliación Santa Cecilia, quienes viven en situaciones de extrema pobreza, manifestaron que derivado de esas precariedades tienen que dormir afuera de las casas.
Los habitantes de la invasión, asentada a las faldas de la comandancia de Policía, comentaron que es casi imposible soportar las embestidas de los calorones, toda vez que han estado resintiendo temperaturas superiores a los 40 grados centígrados durante los últimos días.
Comentaron que sus casas están construidas a base de láminas de cartón, lonas, cobijas y algún abanico, para poder soportar el calor, a cómo pueden; y en el invierno pasa lo mismo con el frío.
Y es una de nunca acabar, coincidieron, porque de todos modos aunque quisieran comprar un aparato de refrigeración, ¿de dónde mulas Pedro, si no alcanzamos siquiera pagar los recibos de la luz?”.
Los habitantes de esta zona, quienes en su mayoría prefirieron el anonimato al estar invadiendo terrenos del Municipio, a lo mucho cuentan con un “cooler” en sus casas hechas de cartón, laminas y lonas, que en verano se convierten en verdaderos hornos.
“Pues algunos sí tienen cooler, nosotros nos tenemos que aguantar por que no nos alcanza para eso, salirnos al árbol en el día porque aquí adentro está canijo”, manifestó un hombre quien dijo ser jornalero eventualmente.
En la casa de una familia, construida por ellos mismos hace más de un año, lograron hacerse de un cooler, pero al tener dos niños pequeños, existe el peligro de un problema de salud.
“En diciembre, el frío te cala hasta los huesos, ¿qué le vamos a hacer?, los niños se nos enferman y no hay para doctores o medicinas”, expresó.
Otro más aseguró que ya han pedido a las autoridades municipales ser reubicados o regularizar su predio, para poder acceder a apoyos de otro tipo y construir aunque sea un cuarto y así sus hijos ya no padezcan ni el frío ni el calor extremo de verano.

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