Alcalde Adams promete reabrir oficina de ICE en Rikers Island tras reunión con zar fronterizo
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En medio de este torbellino, el alcalde Eric Adams ha tomado una decisión que ha generado gran revuelo. Tras una reunión a puerta cerrada con Tom Homan, zar fronterizo del gobierno de Trump, se anunció un plan para permitir que las autoridades federales de inmigración, específicamente del ICE, vuelvan a operar en la isla de Rikers.
Esta decisión representa un cambio significativo, considerando las políticas de "ciudad santuario" que Nueva York ha mantenido durante años. Según Adams, se está preparando una orden ejecutiva para "restablecer la capacidad de los agentes del ICE para operar en la isla de Rikers, como fue el caso durante 20 años".
Sin embargo, el rol del ICE será diferente esta vez. Adams aclaró que los agentes se enfocarían en "asistir a la oficina de inteligencia correccional en sus investigaciones criminales, en particular las enfocadas en criminales violentos y pandillas".
La reunión entre Adams y Homan también abordó la problemática de las pandillas migrantes violentas y la posibilidad de integrar más oficiales del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) en grupos de trabajo federales. Adams ha expresado, a diferencia de otros alcaldes de ciudades demócratas, su interés en colaborar con la administración Trump para combatir la inmigración ilegal y reducir la delincuencia.
El alcalde destacó la carga que Nueva York ha soportado debido a la crisis migratoria: "Nueva York ha tenido que soportar la carga de una crisis humanitaria nacional donde más de 230,000 migrantes han llegado a nuestra ciudad buscando apoyo, a un costo de aproximadamente $7 mil millones, con poca ayuda de la administración anterior".
Este giro en la política migratoria de la ciudad coincide con otros eventos significativos. Días antes, el Departamento de Justicia ordenó a los fiscales federales que retiraran un caso de soborno contra Adams. La renuncia posterior de la fiscal interina del Distrito Sur de Nueva York, Danielle Sassoon, añade otra capa de complejidad a la situación.
Mientras tanto, la administración Trump ha adoptado una postura firme contra las ciudades santuario. La fiscal general Pam Bondi anunció una demanda contra el estado de Nueva York y funcionarios gubernamentales, declarando: "Este es un nuevo Departamento de Justicia. Nueva York ha optado por priorizar a los inmigrantes ilegales sobre los ciudadanos estadounidenses. Se acabó. Se acabó hoy".
El impacto de estas decisiones en la compleja dinámica política y social de Nueva York, y en la relación entre la ciudad y el gobierno federal, se irá desarrollando en los próximos meses.