En su primera "mañanera del pueblo", celebrada el 2 de octubre de 2024, Sheinbaum declaró que no le corresponde al Ejecutivo Federal tomar acciones contra sus predecesores, dejando la responsabilidad en manos de la Fiscalía y el Poder Judicial.
"La historia juzga a las personas, y el pueblo ya ha juzgado a los expresidentes", afirmó Sheinbaum. Esta declaración, aunque pueda sonar contundente, ha generado descontento en algunos sectores que abogan por una justicia más contundente contra los expresidentes.
Esta postura contrasta con la iniciativa de la consulta popular no vinculante para juzgar a expresidentes, impulsada por el gobierno de AMLO. Sheinbaum, al parecer, prefiere dejar que las instancias legales determinen la justicia en el pasado, con la esperanza de que el poder judicial, con la reforma impulsada por el gobierno anterior, se encargue de "sanear" el poder judicial en México.
Sin embargo, algunos sectores de la sociedad, incluyendo los que votaron por la consulta popular, seguramente se sentirán decepcionados con la postura de la nueva presidenta.
¿Qué pasará con las denuncias contra expresidentes? La propia Sheinbaum reconoció que existen denuncias, como la del abogado César Gutiérrez Priego contra la familia Cedillo y su relación con el narcotráfico, y que la Fiscalía General de la República sigue investigando la fortuna de Enrique Peña Nieto.
La postura de Sheinbaum ha generado un debate en las redes sociales y en medios de comunicación. ¿Crees que es correcto que la presidenta se deslinde de la responsabilidad de enjuiciar a expresidentes? ¿Cómo crees que esto impactará en el futuro de la justicia y la lucha contra la corrupción en México?
La respuesta de la nueva presidenta ha generado un cambio en la perspectiva del panorama político mexicano.