‘El Chapo’, 62 años de carrocero en Agua Prieta
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El Diario de SonoraAgua Prieta.
También fue galardonado como cronista ingresando al Salón de la Fama del Deportista Aguapretense.
Padre de 13 hijos y viudo de dos esposas, Reynaldo “El Chapo” Romero López a sus 81 años de edad sigue trabajando en el duro y agotador oficio de carrocero.
“A los 17 años entré a trabajar de albañil en la remodelación de la primaria Josefa Ortiz de Domínguez y a los 19 años entré como ayudante de carrocero y hasta la fecha a mis 81 años sigo en este oficio que me ha gustado mucho”, declaró.
En el taller “Cornejo”, de un compadre suyo a quien le bautizó su hijo mayor, ubicado en calle 4, avenida 13, lugar donde labora desde 1985, sostuvo que si volviera a nacer escogería ser carrocero de nueva cuenta.
“Siempre le puse mucho al jale, me gustó mucho la carrocería y en mis primeros años entraba a las ocho de la mañana y a veces nos amanecíamos trabajando para que la chamba no se retrasara”, comentó de sus años mozos.
SU PRIMER PATRÓN
Recordó que su primer patrón fue el señor de nombre José Chon, en un taller que se llamaba “El Económico”, entonces ubicado en la esquina sureste de la calle 6, avenida 6, donde actualmente ahora se encuentra el restaurante “El Herradero”.
Nacido el 6 de enero de 1935, dijo que a sus 19 años, por el año de 1955, en Agua Prieta circulaban menos de 200 carros y también había choques, principalmente por la calle 6 y por la avenida 20.
Dijo que las causas por las que chocaba la gente en esos años son las mismas por las que ahora siguen chocando: “cuando nos llegaban carros así, los poníamos en un cuadro que tenía mi primer patrón hecho con vigas de acero clavadas al suelo y por una parte lo sujetábamos y por la otra lo estirábamos hasta enderezarlo”, explicó.
Señaló que al paso del tiempo el taller donde trabajaba cambió de domicilio a calle 6, avenida 10, instalándose en la esquina noreste, sitio donde actualmente se ubica un restaurante de comida japonesa.
“En aquel entonces era uno de los talleres mejorcitos que había en Agua Prieta y teníamos mucho trabajo porque nos traían carros para arreglarlos desde Sierra Vista, Tombstone, Willcox, Bisbee y Douglas”, recordó.
‘ME PARTÍA EL LOMO’
Con su plena juventud dijo que antes la carrocería y los chasis de los carros eran muy duros y la pintura estaba hecha de pura laca, lo que dificultaba la tarea de quitarla.
“Tenía que echarle mucho pulmón al trabajo porque las carrocerías eran muy duras y para sacar los golpes derretíamos unas varitas de plomo y así caliente se las poníamos y luego con unas limas especiales se tallaba hasta dejarle la superficie bien planita”, explicó.
En cuanto a sus ingresos, dijo que el primer sueldo que obtuvo como ayudante de carrocero fue de 125 pesos a la semana, el cual se lo entregó íntegro a su esposa Gloria Figueroa, con la que se casó cuando tenía 20 años y ella 17, procreando 13 hijos de los cuales ya dos ya fallecieron.
Comentó que después comenzó a ganar el salario mínimo semanal que era de 250 pesos, y finalmente, ya como oficial carrocero, trabajaba a destajo. “Entonces ya me empezó a ir mejor”, agregó.
A los 65 años se casó de nuevo con Edelmira Flores, la cual le acompañó por algunos años hasta que también falleció en el 2003, enviudando por segunda vez.
SALÓN DE LA FAMA Y PERIODISMO DEPORTIVO
Al tiempo que trabajaba como carrocero los fines de semana “El Chapo” jugaba beisbol siendo un lanzador de pelota rápida con una recta profunda a la zona de strike.“Mi fuerte era una curva que entonces le decíamos La Panzona que se abría hacía un lado y caía en el home y con ese lanzamiento ponché a muchos bateadores”, dijo orgulloso de aquellas facultades que tuvo.
Luego de muchos partidos tirando en ocasiones por la mañana y por la tarde, se lastimó su brazo y se dedicó a llevar las anotaciones de las ligas municipales convirtiéndose en cronista oficial.
“Gracias a eso conocí desde San Luis Río Colorado hasta Navojoa y escribía para los periódicos El Sol, El Porvenir, Expresiones Regionales, El Imparcial y actualmente escribo para El Clarín y a través de los años recibí una placa y me incluyeron en el Salón de la Fama del Deportista Aguapretense”, resaltó.
Consideró que ese galardón recibido que lo ingresó a la inmortalidad es su máximo orgullo en esta vida.
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