En un contexto donde la seguridad se ha convertido en una preocupación constante, la Secretaría de Educación Pública y Cultura de Sinaloa ha implementado un nuevo protocolo en las escuelas de nivel básico. Este plan, que busca preparar a los estudiantes ante situaciones de riesgo, ha sido diseñado para ser una guía de acción en momentos de crisis.
El documento titulado "Entornos escolares seguros en escuelas de educación básica" ha sido distribuido en diversas instituciones educativas de Culiacán, Elota, San Ignacio y Concordia. Este reglamento incluye una serie de recomendaciones que los docentes y alumnos deben seguir si se encuentran en una situación amenazante, especialmente en presencia de armas de fuego o blancas.
Entre las 10 acciones clave que se destacan, se encuentran:
- Mantener la calma.
- Colocarse en el piso boca abajo, lejos de puertas y ventanas.
- Guardar silencio.
- Permanecer en el aula y cerrar puertas y ventanas.
- Desalojar el área hacia zonas de menor riesgo.
- Evitar asomarse por las ventanas.
- Llamar al 911 cuando sea posible.
- Hablar con voz tranquila y segura.
- No permitir la salida de los estudiantes hasta que la situación esté controlada.
- Realizar simulacros cada seis meses.
Este protocolo se ha vuelto esencial en un estado donde la violencia ha escalado, especialmente desde el 9 de septiembre, debido a la confrontación entre grupos criminales del Cártel de Sinaloa. La situación ha afectado a la sociedad en su conjunto, llevando a algunas comunidades rurales a declarar "toques de queda" por miedo a actos violentos.
Las ciudades de Culiacán y Mazatlán no han sido ajenas a esta crisis, con negocios ajustando sus horarios y una notable disminución en la asistencia escolar. Según la Secretaría de Educación Pública y Cultura, hasta el 24 de octubre, la presencialidad en Culiacán se mantenía en un 65 por ciento, reflejando el impacto de la violencia en la educación y la vida cotidiana de los habitantes.