Los problemas de los Phoenix Coyotes, el equipo profesional de hockey sobre hielo, continúan, pues hasta la fecha, la Liga Nacional de Hockey (conocida por sus siglas en inglés como NHL) ha fallado en la búsqueda intentando nominar un posible comprador de dicho equipo. El equipo problemático fue admitido a la NHL en 1980, como los Jets de Winnipeg (Winnipeg es la ciudad principal de Manitoba, una provincia canadiense) y al sufrir problemas económicos la organización se mudó al área metropolitana de Phoenix en 1996, también cambiando el nombre a los Phoenix Coyotes.
Originalmente, los partidos en casa de los Phoenix Coyotes se jugaron en América West Arena, una instalación diseñada para el baloncesto y físicamente inadecuada para el hockey sobre hielo. En 2003, los Phoenix Coyotes inauguraron el estadio Jobing.com Arena (originalmente Glendale Arena) ubicado en Glendale, y actualmente esta instalación aloja los partidos en casa. En 2009, la empresa matriz del equipo se declaró en bancarrota y la NHL tomó control operacional de la organización, también iniciando procedimientos pretendiendo localizar un comprador con suficientes recursos económicos. Después de tres años, Greg Jamison, quien fungía como ejecutivo de otra franquicia del NHL, expresó interés en tomar la franquicia de los Phoenix Coyotes, pues el consejo de la municipalidad de Glendale (el gobierno municipal de Glendale posee y explota Jobing.com arena) había aprobado un contrato, el cual hubiera asignado $15 millones al año por un plazo de 20 años al nuevo dueño del equipo de hockey sobre hielo. Sin embargo, Jamison falló en obtener el necesario financiamiento, y la oferta del consejo de Glendale se venció el 31 de enero.
Actualmente, existen varios grupos interesados en comprar la franquicia, y la NHL se ha comprometido públicamente en vender el equipo a un nuevo propietario interesado en mantener el equipo en Glendale. Últimamente, el tema del mantenimiento de los Phoenix Coyotes por parte del gobierno municipal de Glendale ha sido sumamente controvertido, pues el municipio ha sufrido de problemas presupuestarios y estos han obligado la administración de la ciudad implementar reducciones de servicios públicos y despidos de empleados de varios departamentos, incluyendo el departamento policial.