Pacers vs Knicks: Haliburton asume culpa tras colapso, serie al rojo vivo

El ambiente, cargado de la adrenalina propia de una serie al rojo vivo, se siente hasta en la última butaca del Gainbridge Fieldhouse.
Los Pacers, tras una desastrosa segunda mitad en el tercer juego, se enfrentan a la posibilidad de un empate en la serie. Tyrese Haliburton, dos veces All-Star, asume parte de la responsabilidad por el colapso, reconociendo: “Sentí que nos estancamos… no hicimos un buen trabajo al seguir jugando rápido. Siento que estaba caminando con el balón en cada jugada”. Sin embargo, el entrenador Rick Carlisle apunta a una responsabilidad colectiva, destacando la necesidad de un esfuerzo conjunto para superar este bache.
Pero la historia no se limita a Indiana. Los Knicks, liderados por un Karl-Anthony Towns desatado, demostraron una capacidad de reacción sorprendente. Towns, con 20 puntos en el último cuarto, fue clave en la remontada, eclipsando incluso la actuación de Jalen Brunson, limitado por problemas de faltas. La defensa neoyorquina, ajustada con precisión, limitó a los Pacers a solo 42 puntos en la segunda mitad, una cifra preocupante para un equipo acostumbrado a mayor contundencia.
La estrategia del entrenador de los Knicks, Tom Thibodeau, también juega un papel crucial. Sus cambios tácticos, incluyendo la decisión de sentar a Josh Hart en favor de Mitchell Robinson como titular, resultaron efectivos. Hart y Towns, aunque con posibles lesiones de rodilla, fueron piezas clave en la remontada. La incertidumbre sobre su participación en el juego del martes añade otra capa de intriga a esta emocionante serie.
Este escenario recuerda a la serie contra los Cavaliers. Los Pacers, tras dos victorias iniciales, perdieron un juego en casa antes de recuperarse y cerrar la serie. La experiencia, aunque dolorosa, podría ser un aprendizaje invaluable para Haliburton, quien además tendrá un apoyo especial desde las gradas: su padre, John Haliburton, asistirá al juego, por primera vez desde su expulsión en la serie contra Milwaukee.
La estadística de que el equipo visitante ha ganado los tres primeros juegos, con los Knicks mostrando una efectividad notable fuera de casa (seis victorias en siete partidos de playoffs), añade un elemento extra de presión. El partido del martes promete ser una batalla épica, donde cada posesión, cada decisión, definirá el futuro de ambas franquicias en esta temporada.