En un movimiento que ha sacudido a Arizona y lo ha colocado en el foco de atención nacional, la Corte Suprema del estado confirmó una antigua prohibición del aborto, datada hace 160 años, justo cuando el país se encamina hacia las elecciones de 2024.
Este decisivo año verá a Arizona jugar un papel crucial con sus 11 votos electorales en la contienda presidencial entre Joe Biden y Donald Trump, así como en las reñidas competencias por el Senado y la Cámara de Representantes.
La decisión judicial no solo ha polarizado opiniones, sino que también ha garantizado que el aborto sea un tema central en la boleta electoral de noviembre en Arizona, un estado que ya se debate en importantes cuestiones como los procedimientos electorales y la política de inmigración.
Además, los cambios demográficos rápidos, especialmente el aumento de la población latina, que es la más alta entre los estados clave en disputa, están redefiniendo el panorama político de Arizona.
El condado de Maricopa, el más grande en términos de votantes en el país y donde Biden se impuso por un margen estrecho en 2020, simboliza la intensa batalla política en el estado.
Mientras tanto, los condados rurales muestran una inclinación creciente hacia Trump, lo que evidencia la división política en Arizona. Además, la Universidad Estatal de Arizona, la mayor del país por matrículas presenciales, subraya la importancia de la educación y los jóvenes en el futuro político del estado.
Este año electoral, Arizona no solo decidirá sobre su representación en el Congreso y la Presidencia, sino también sobre cuestiones fundamentales como el derecho al aborto, lo que promete mantener al estado en el centro de la política nacional.