CD DE MÉXICO
La Concacaf condenó el viernes el grito homofóbico que se escuchó en varias ocasionas la víspera en el partido por la semifinal de la Liga de Naciones entre México y Estados Unidos.
El árbitro Iván Barton tuvo que detener en una ocasión el encuentro, que terminó con un triunfo de 3-0 de Estados Unidos, aunque el grito se escuchó en al menos otras dos ocasiones posteriores.
“Concacaf condena rotundamente los gritos discriminatorios de algunos aficionados durante la semifinal”, dijo el organismo en un comunicado. “Estos incidentes fueron extremadamente decepcionantes y empañaron lo que debería haber sido una ocasión positiva para mostrar un fútbol de alta calidad en nuestra región”.
De acuerdo con el protocolo de FIFA para prevenir la discriminación, un primer paso es detener el encuentro para pedir a los aficionados que cesen el grito. Si el cántico vuelve a aparecer, el árbitro está facultado a detener el partido y enviar a ambos equipos a los camerinos, y si la conducta persiste se suspende el partido.
“Los gritos que se escucharon durante el partido provocaron la activación del protocolo antidiscriminatorio por parte de los árbitros. Además, el personal de seguridad expulsó a varios aficionados por tener un comportamiento inaceptable en el estadio”, agregó el organismo.
La FIFA ha sancionado a México en más de 15 ocasiones debido al grito que profieren sus hinchas, usualmente cuando su equipo está perdiendo.
El expresidente de la Federación Mexicana de Fútbol, Yon de Luisa, trabajó en conjunto con Soccer United Marketing y la Concacaf para tratar de identificar a cada aficionado que participe en el grito y así poder sancionarlos de eventos futuros.
“La Confederación está en el proceso de establecer urgentemente más detalles e informes de los oficiales de seguridad y del partido y hará una nueva declaración a su debido tiempo”, agregó el organismo.
El grito, que comenzó en los clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 en la occidental ciudad de Guadalajara, se viralizó en el Mundial de Brasil 2014, cuando los entonces dirigentes del fútbol mexicano lo justificaron, aunque después se retractaron y en los últimos años han tratado de erradicarlo.